No es la primera vez que hablamos del tema, pero es que cada vez son más visibles. Durante mucho tiempo, la mayoría de los hoteles ridiculizaron y persiguieron el negocio del alquiler vacacional. Pero ahora empiezan a entender que el turista ha cambiado y que cada vez son más los que eligen este tipo de alojamiento en detrimento del hotel. Sin embargo, no todos los hoteles están viviendo con normalidad esta diversificación en su modelo de negocio.
En Skift han analizado en profundidad la situación actual. Accor Hotels, Hyatt, Marriott ya apuestan por este nuevo modelo. En España, algunas cadenas como Room Mate o Grupo Intur, también. Sin embargo, otras como Meliá siguen sin verlo claro.
Así lo manejan las grandes
AccorHotels fue uno de los primeros en apostar por el alquiler vacacional. Y lo hizo con la adquisición de la plataforma Onefinestay, por 169 millones de dólares. Sin embargo, dos años después de su compra, ha decidido cancelar sus inversiones en el negocio, si bien siguen decididos a mantener la plataforma como parte de su cartera de negocio.
En agosto de 2017, Hyatt Hotels, que anteriormente había invertido en Onefinestay, probó suerte con la plataforma Oasis, en la que AccorHotels también había estado interesada. Pero en octubre del pasado año, 14 meses después de su inversión, Hyatt decidió abandonar esta plataforma, que se adhirió a Vacasa, una compañía de administración de propiedades de alquiler vacacional.
En abril de 2018, el tercer gigante en apostar por el alquiler vacacional fue Marriott, que se asoció con Hostmaker para una prueba piloto en Londres. Ese primer experimento ahora se ha expandido a otras tres ciudades, París, Roma y Lisboa. Aun así, los 340 apartamentos que posee Marriott todavía está a años luz de su inventario tradicional hotelero, que es de más de 6.700 hoteles.
La reacción de Airbnb
«La experiencia de las principales empresas hoteleras no está teniendo éxito en el segmento del alquiler vacacional», afirma a Skift, Eric Breon, CEO de Vacasa. «Las empresas hoteleras son muy buenas para hacer marca, pero los alquileres vacacionales son inherentemente boutiques. Los hoteles grandes son perfectos para viajeros de negocio, sin embargo, el alquiler vacacional es puramente para el sector ocio. Los hoteles se ubican en una sola (y a veces gigantesca) instalación, mientras que los apartamentos están dispersos en todo un destino», señala. De ahí, quizá, el éxito de Room Mate y su negocio de apartamentos turísticos, Be Mate.
Por lo que se caracteriza la entrada de los hoteles en el alquiler vacacional es por ofrecer apartamentos más lujosos que los que se encuentran en plataformas como Airbnb o HomeAway. Pero estas plataformas lo saben y han actuado en consecuencia. Sobre todo en Airbnb, que hace unos meses sorprendió con el lanzamiento de Airbnb Plus, una plataforma donde los alojamientos ofertados están verificados por el cumplimiento de unos estándares de calidad compuesto por una lista de 100 requisitos.
¿Construir, comprar o asociarse?
Entonces, ¿cómo competir con un gigante tecnológico como Airbnb que tanto daño está empezando a hacer al sector hotelero? Pues, como afirman en Skift, los hoteleros tienen tres caminos: comprar apartamentos turísticos, asociarse con gestoras como Hostmaker o construir apartamentos nuevos, como está haciendo Room Mate con Be Mate.
AccorHotels, compró
Pero no todo funciona igual. ¿Hay que comprar? AccorHotels está experimentando una sensación negativa tras su compra de Onefinestay. Después de esta compra, AccorHotels hizo otras dos (Travel Keys y Squarebrak). Entre las tres, sumaban unos 10.000 alojamientos. Sin embargo, las dificultades se han hecho notar y, aunque no se ha desprendido de ellas, el negocio no ha salido tan redondo como parecía en un principio. Hoy, desde la cadena, asumen que quizá la compra fue demasiado ambiciosa y que pensaban que la integración de los dos modelos de negocio iba a ser mucho más rápida.
El mayor problema con el que se ha encontrado AccorHotels es con el de poder brindar en sus apartamentos un servicio similar al que ofrecen sus hoteles. Se necesita mucho personal para poder cumplir con todas las expectativas. En Airbnb, ofrecen servicios más básicos y, a su vez, han subcontratado todos los servicios en destino. «Cualquiera que no tenga personal en los diferentes destinos donde estén los apartamentos lo pasará mal para poder gestionarlos», indican desde AccorHotels.
Marriott y Hyatt, se asociaron
Asociarse con una marca que gestione alojamientos turísticos, como hicieron Hyatt y Marriott, puede ser la mejor solución. O al menos, la menos arriesgada. Por ejemplo, en el caso de Marriott (más exitoso que el de Hyatt), Hostmaker se encarga de la gestión de los apartamentos. La cadena hotelera solo ha acordado ciertos estándares de marca para que estos pisos puedan formar parte de su portfolio. Es decir, han ofrecido la marca a Hostmaker. Además, el hecho de que Marriott pudiera vincular, casi de forma instantánea, estos alojamientos a su programa de fidelidad fue una ventaja que sus clientes más fieles supieron apreciar.
Y Room Mate, construyó
Por último, el caso de Room Mate Hotels es también digno de análisis. La cadena liderada por Kike Sarasola se inspiró en Airbnb cuando sus propios compañeros del sector le pidieron que liderara la lucha contra la plataforma de alquiler vacacional. «Vi que eso era el futuro. El negocio hotelero había cambiado para siempre», ha manifestado en varias entrevistas. Y así, en 2014 nació Be Mate, una cadena de apartamentos, con servicios de hotel, pero a precios más asequibles.
Lo que hacen con Be Mate es gestionar viviendas individuales, ajustándose a la normativa de cada comunidad o edificio completo de viviendas turísticas. Además, en muchos casos, estos bloques de viviendas se encuentran situados cerca de un hotel de la cadena, por lo que la limpieza y el mantenimiento se comparten y los huéspedes pueden acceder a los servicios que ofrecen en el hotel. Sin embargo, como afirman desde Room Mate, esto no siempre es así. Los hoteles están 24 horas abiertos, por lo que si los huéspedes de los apartamentos necesitan algún servicio, pueden llamar a la recepción del hotel para ser atendidos.
En su momento, muchos hoteleros tacharon de traidor a Sarasola. Y es que Room Mate fue el primer grupo hotelero del mundo que incorporó viviendas turísticas a su cartera. Hoy, casi cinco años después, otras cadenas se han sumado a esta estrategia. Actualmente, Be Mate está ya presente en diez ciudades de todo el mundo, desde Nueva York hasta Granada, y serán 12 muy pronto, con la inclusión de Roma y París. Aun así, reconocen haber encontrado dificultades en cuanto a la inversión tecnológica y administrativa necesaria o en el cumplimiento de la normativa vigente de cada ciudad.
¿Tendencia de futuro?
En resumen, los hoteles no esconde su interés por el alquiler vacacional. Los Millennials, y sobre todo los futuros clientes de la generación Z, gustan de este tipo de alojamiento, en detrimento de los hoteles. Renovarse o morir. No sabemos qué nos deparará el futuro, pero lo que está claro es que el sector viajes, en cuanto a alojamiento, está cada vez más diversificado.