La eficiencia energética ha ganado importancia en los últimos años en el sector hotelero. La aparición de tecnologías que permiten un uso más eficiente de los recursos del hotel, así como de certificaciones y normativas energéticas, ha obligado de algún modo a los hoteles a plantearse la renovación de una parte importante de su equipamiento.
Más allá de si entendemos la eficiencia energética como una cuestión ética, promoción de marca o ahorro de costes, los mercados emisores, principalmente los del Norte de Europa, otorgan un peso importante a la eficiencia energética como factor decisivo en la elección de un hotel.
Dentro del Hospitality Business Event que se celebra esta semana en el marco de Hostelco, una de las mesas reunió a diversos proveedores de servicios y proyectos de eficiencia energética para el sector:
Beatriz Heras, directora de segmento Hoteles en Schneider Electric : “Como empresa, queremos apartar valor a los hoteles desde las instalaciones y soluciones que proponemos. De hecho, estamos creando un programa de hoteles sostenibles para que se certifiquen y puedan vender esa sostenibilidad a los clientes. Una parte importante de nuestro trabajo es ayudar a los hoteles a definir la solución más adecuada en cada momento. Este es un escenario que quizás tarde en llegar a España, pero en el norte de Europa ya hay hoteles donde el consumo condiciona la factura fina del cliente”.
Eduardo Olano, CEO Auna: “Muchos hoteles se plantean si existe la posibilidad de financiar proyectos de eficiencia energética. Desde luego hay financiación desde empresas de servicios energéticos como nosotros y es importante valorar si merece la pena que estos proyectos se pongan en marcha a partir de recursos ajenos. Todo depende de las acciones que se vayan a acometer. Así, por ejemplo, se pueden obtener periodos muy rápidos de amortización en la iluminación de zonas comunes del hotel. Pensamos que los clientes se sienten más a gusto en un hotel eficiente, aunque se deba exclusivamente al factor de renovación y de modernidad que ello implica. Para el hotel, dedicar tiempo a la eficiencia es mucho más rentable de lo que la gente piensa.
Salvador Serra, Coperama: Las medidas de eficiencia deben estar destinadas a optimizar los costes de productos energéticos, dando por hecho que hemos establecido un nivel de confort para nuestros clientes. Debemos comprar mejor y consumir de un modo más inteligente, teniendo en cuenta que hay una fórmula adecuada para cada compañía. Un hotel no puede ser experto en todo, y por eso debe dejarse aconsejar y acometer las acciones más válidas para su establecimiento, teniendo en cuenta como prioridades la climatización y el agua caliente sanitaria, que suponen más del 70% del gasto energético de un hotel”.
Ignasi Uñó, Tewntytu High Tech Hotel: Los hoteleros no saben cuánto consume realmente su edificio. Pero hoy por hoy es posible avanzar qué consumo van a tener en sus proyectos, la medición previa es muy importante. Quien invierte debe contar con especialistas que miden objetivos y logros con este tipo de apuestas. Es importante medir y modificar criterios de facturación con esos datos que obtenemos. Desgraciadamente en el mercado interno existe la sensación de que la sostenibilidad es sólo un ahorro para el hotelero, no para el cliente. En poco tiempo lo veremos como algo normativo habrá que reciclar agua, que habrá limitaciones de temperatura en las habitaciones, se incorporarán dispositivos de obligado cumplimiento…
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