Este verano el turismo despuntó en cifras superiores al 2019. Después llegó la inflación, que en principio ha afectado a todos los sectores de la economía salvo al turismo, que parece que se mantiene inmune a la inestabilidad económica global.
Según los primeros datos de reservas recogidos para estas fechas, El sector hotelero ha actuado a tiempo subiendo los precios como respuesta al incremento de costes en proporción a la demanda desbordante.
Revisando los datos recogidos por Ebooking en esta época estival, las cifras muestran un crecimiento del 60% en el número de reservas respecto a la ocupación de todo el año 2022.
Estos datos superan a los registrados en el mismo periodo de 2021, donde también hubo un fuerte impulso del número de reservas en comparación al resto del año.
Pese a la inevitable subida de precios en todo el país (e incluso en todo el mundo) las reservas hoteleras siguen creciendo para las festividades navideñas. Si volvemos a observar los datos de Ebooking, vemos un incremento aproximado de 62 euros en comparación al invierno de 2021.
El precio medio de la reserva de alojamientos ha crecido más del 10% este año, pasando de los 414 euros a los 476.
Respecto a los destinos con mayor afluencia turística Madrid, Granada, Sevilla, Córdoba, Barcelona y otras grandes ciudades españolas acogen a la mayor parte de los viajeros nacionales: alrededor de un 70%.
Los destinos internacionales más visitados en estas fechas por los españoles son, principalmente, Francia (7,8%), Andorra (3,5%), Italia (3%) y Portugal (3%).
El transporte aéreo en este invierno
Pese al auge de las diferentes huelgas de transporte que han tenido lugar (y siguen teniendo) este invierno, las compañías aéreas no pierden el optimismo y siguen viendo estas fechas con fuerza.
La recuperación turística post covid ha llevado a las reservas de vuelos en España a registrar un crecimiento del 59,5% en 2022 respecto a 2019. Así lo han detallado algunas OTAs, donde se registraron casi 11 millones de pasajeros el pasado otoño.
Volar este año ha salido más caro que en 2021, pues en muchos países y regiones del mundo seguían vigentes restricciones del COVID, en mayor o menor medida. Sin embargo, los precios siguen por debajo de las cifras registradas antes en 2019 y los años anteriores a la pandemia.
En España, el precio medio de un billete de avión se ha reducido de 163 euros en 2019 a 141 euros en 2022. Los vuelos de corta estancia estaban en un coste aproximado de 109 euros en 2019 y de 89 euros en 2022, mientras que los de media distancia han evolucionado de los 152 euros en 2019 a los 140 en 2022. La peor parte se la llevan los vuelos de larga estancia, que sí han aumentado alrededor de los 100€.
El sector augura una buena temporada estas navidades, e incluso más allá de las fechas. Las expectativas de ocupación se perciben por encima de las registradas en este mismo periodo de 2019.
Como ya detallamos en este informe elaborado por Pwc y la CEHAT, se espera un incremento de 0,06 puntos respecto a los datos de ocupación de 2019, y un aumento de 0,87 puntos en comparación al invierno de 2021 y 2022.
La acogida del turismo internacional
Este optimismo ante las hostilidades económicas se mantiene gracias a que las previsiones para el periodo de diciembre a febrero superan en 5 puntos al mismo del año pasado.
Los meses de diciembre a febrero son considerados, tradicionalmente, como temporada baja en el sector turístico; sin embargo, el interés por viajar a España desde otras partes del mundo se sitúa a un 40% por encima de los niveles prepandemia, especialmente en los países nórdicos.
Manteniendo una perspectiva optimista, el sector vive una incómoda incertidumbre sobre cuánto tiempo se podrá mantener esta situación de inestabilidad económica.
En cuanto a la acogida del turismo en España, los principales países emisores de turistas como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, han recortado notablemente sus previsiones de crecimiento y, al mismo tiempo, los hoteles han sido capaces de ajustar los precios de las habitaciones sin erosionar la demanda.
Aún valorando todos estos datos positivos que recoge el informe Smart Observatory de PwC y CEHAT, los factores macroeconómicos que han golpeado al sector en los últimos años han llevado a los hoteles y empresas turísticas a operar con prudencia y no bajar la guardia.
Fuente: Economía Digital
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