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El turismo gastronómico no solo es capaz de atraer a turistas de calidad, con una mayor disposición al gasto y más respetuosos con la cultura local, sino que también se ha convertido en un importante factor de competitividad de los destinos turísticos, desempeñando un papel decisivo en su imagen y posicionamiento. Así lo revela el II Estudio de la Demanda de Turismo Gastronómico elaborado por la consultora especializada DINAMIZA con la colaboración de la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid y el grupo González Byass.
Según revela el informe, un 76,2% de los españoles ha realizado algún viaje o escapada con la intención de disfrutar de la gastronomía en los últimos dos años. El 62,4% de estos turistas afirma que la gastronomía influye en gran medida en la elección del destino, pero no es el único motivo por el que suele viajar ya que normalmente combinan este tipo de viajes con otras actividades, entre las que destacan las de componente cultural: el 77,5% combina sus viajes y escapadas gastronómicas con visitas a pueblos y ciudades, y el 68,6% con visitas a recursos culturales.
A pesar de que la mayoría de los españoles prefieren combinar diferentes experiencias durante sus viajes, existe un segmento de la demanda al que podríamos denominar turista gastronómico “puro”, ya que la gastronomía se convierte en el motivo principal de sus desplazamientos y llega a condicionar el destino que visita. Dicho segmento representa hoy en día en torno al 28,7% de la demanda total.
Los perfiles de turista gastronómico
El estudio ha identificado y caracterizado ocho perfiles de turista gastronómico en función de sus hábitos y preferencias. En todos los perfiles, la oferta gastronómica ejerce una influencia importante a la hora de planificar el viaje, pero existen también diferencias que determinan la elección de un determinado destino, dónde prefieren alojarse, en qué tipo de establecimientos les gusta comer o qué actividades gastronómicas buscan para complementar su viaje.
Dentro de la demanda de turismo gastronómico en España encontramos perfiles con un alto grado de influencia de la gastronomía en sus viajes, como pueden ser el turista gourmet (también conocido como comidista, experto en gastronomía y vinos) o el foodie (aficionado a la gastronomía en todas sus vertientes), personas para las que la gastronomía juega un papel fundamental llegando incluso a condicionar el destino que visitan.
También encontramos otros perfiles con intereses específicos, como el turista responsable -quiere conocer el proceso de elaboración de los productos y le preocupa el impacto que pueda provocar en el territorio que visita-, el turista cocinilla -siempre en busca de nuevos productos y elaboraciones, le encanta cocinar y aprender nuevas técnicas culinarias-, el winelover -también conocido como entusiasta del vino-, al que le gusta conocer el origen y acercarse a las zonas productoras, o el gourmand (el tragaldabas de toda la vida), aquel que disfruta comiendo y entiende la gastronomía como un elemento de ocio y disfrute.
Otros perfiles de turista para los que la gastronomía juega un papel fundamental durante sus viajes a pesar de no ser perfiles “puramente” gastronómicos son el sibarita -que lleva un estilo de vida exclusivo y refinado en el que la gastronomía ocupa un lugar clave como elemento de distinción-, y el cosmopolita -urbanita, que concibe la gastronomía como un elemento indispensable del patrimonio cultural del destino que visita-.
Sobre el gasto y hábitos de consumo
Los turistas gastronómicos suelen elegir en su mayoría restaurantes tradicionales (88,9%) en los que pueden degustar platos tradicionales, productos típicos y vinos locales. En menor medida, aunque en un porcentaje muy importante (52,2%), se deciden por los gastrobares, establecimientos en los que el turista puede disfrutar de alta cocina en pequeños formatos.
En cuanto al gasto, el turista gastronómico está dispuesto a gastar por persona 51,85 euros en un menú degustación, 40,79 euros en una comida a la carta y 22,21 euros en ir de tapas. En otros conceptos, como la compra de productos locales y vinos, la disposición al gasto alcanza los 41,28 euros, mientras que en la visita de industrias alimentarias la cantidad varía desde los 16,99 euros en visitar bodegas, hasta los 10,22 euros en otro tipo de industrias.
En general, suelen realizar una mayor variedad de actividades relacionadas con la gastronomía que el resto de los turistas, lo que propicia un mayor gasto en el destino. Sus actividades gastronómicas favoritas son comer en restaurantes (82,8%) e ir de tapas (69,3%). El sector de la restauración y la hostelería se convierte, por tanto, en el escaparate gastronómico del territorio, por ser éste el principal espacio en el que entran en contacto el visitante y el patrimonio gastronómico de un lugar. Los turistas gastronómicos también aprovechan estos viajes para comprar productos locales (62,9%), visitar mercados gastronómicos (59,0%) y realizar actividades enoturísticas, tales como visitar bodegas (49,1%) y comprar vinos (41,5%).
Los destinos gastronómicos preferidos
Entre los destinos gastronómicos favoritos de los españoles aparecen regiones o ciudades que ya han apostado por la gastronomía como línea estratégica clave dentro de su modelo turístico y por la creación de productos turísticos basados en la autenticidad de su patrimonio gastronómico. A nivel autonómico aparecen, por este orden, Andalucía, Galicia, País Vasco y Asturias como las comunidades autónomas preferidas por los españoles a la hora de realizar viajes o escapadas gastronómicas.
En relación a las ciudades y municipios favoritos del turista gastronómico, destacan San Sebastián, Madrid, Barcelona, Bilbao y Logroño, conformando el ranking de los 5 destinos gastronómicos preferentes, aunque también cabe mencionar el alto número de menciones que han recibido algunos municipios o comarcas como Gijón, O Grove, o El Bierzo, que más allá de las grandes capitales de provincia, se están convirtiendo en auténticas mecas de la gastronomía. El listado completo de destinos gastronómicos se puede encontrar en el informe global del estudio.
Fuentes de información
Otro dato importante que ofrece el II Estudio sobre la Demanda de Turismo Gastronómico se refiere a las fuentes de información a las que recurre el gastro-turista o turista gastronómico a la hora de planificar un viaje. En este sentido, los canales preferidos para consultar información acerca de la oferta gastronómica del destino son las webs de opiniones, las páginas webs oficiales de los propios destinos y las recomendaciones de amigos y familiares.
A pesar de la importancia creciente de los denominados influencers -chefs, cocineros, bloggers y personajes populares-, se confirma la importancia de las recomendaciones del entorno más próximo -familiares y amigos-, a la hora de recabar información para explorar nuevos destinos gastronómicos.
Excursionismo gastronómico
El estudio también confirma una de las cuestiones que ya se intuían entre los profesionales del sector, y es la importancia del excursionismo dentro de la demanda de turismo gastronómico. El 42,6% de los desplazamientos que se realizan a destinos nacionales cercanos (menos de 200 km) con la intención de disfrutar de la gastronomía son viajes en el día sin pernoctación en el destino, en los que el visitante se desplaza para disfrutar de una comida en un restaurante, ir de tapas o visitar una bodega.
También es importante el porcentaje de personas que realizan escapadas de uno o dos días (46,5%) a destinos nacionales cercanos, poniendo de manifiesto el carácter escapista del turismo gastronómico.
Los viajes a destinos cercanos son también los que se realizan con mayor frecuencia: un 38,5% los realiza de forma mensual y un 37,25% lo hace una vez por temporada o estación, mientras que un 10,7% afirma realizar este tipo de escapadas gastronómicas semanalmente. Los desplazamientos más largos (nacionales larga distancia e internacionales) se suelen realizar una vez al año, excepto los viajes a destinos nacionales de media distancia, que son visitados por los viajeros gastronómicos al menos una vez por temporada.
El estudio pone también de manifiesto que, a la hora de elegir el destino de sus viajes o escapadas gastronómicas, la mayor parte de los turistas gastronómicos tiene en cuenta la existencia en el destino de una gastronomía con identidad propia (48,4%) y valora el producto local y la autenticidad del territorio. En este sentido, cabe señalar que existe en España un importante margen de mejora en los destinos turísticos que sean capaces de crear y ofrecer al turista un relato auténtico basado en sus recursos gastronómicos o en su territorio.
Un estudio radiográfico
El II Estudio sobre la Demanda de Turismo Gastronómico se trata del único estudio actualizado que analiza la influencia de la gastronomía en los viajes de la demanda turística nacional, estudio que descubre cuestiones importantes relacionadas con las motivaciones y el comportamiento gastronómico de los visitantes de un destino. Además, el estudio identifica y caracteriza distintos perfiles de turista gastronómico, ofreciendo datos de gran utilidad para trabajar en el desarrollo de estrategias y productos turísticos en torno a los recursos gastronómicos, que cobran cada vez más importancia en la toma de decisiones del viajero.
Los objetivos principales de este estudio, -en el que también han colaborado la Dirección General de Turismo de Extremadura, el Clúster de Turismo de Galicia, Basquetour – Agencia Vasca de Turismo, el Consorcio Patronato de Turismo de León y la Asociación Española de Enoturismo y Turismo Gastronómico, han sido conocer las características de la demanda de turismo gastronómico en España y definir la imagen y el posicionamiento de los diferentes destinos gastronómicos nacionales.
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