«Llévate una chaqueta por si hace frío».
Qué mi madre diga esto, a mis casi 50 años, en una conversación telefónica antes de irme de cena es, sin duda, una sugerencia a valorar, además de una constatación de que siempre seré su niño.
Esa sugerencia es fruto de un histórico, pues ella sabe que en esta época suele refrescar y bajan las temperaturas; un claro conocimiento de la situación, pues seguro que se ha visto el tiempo en más de un canal de televisión e incluso en alguna emisora de radio; sufra algunos de esos dolores característicos y achacados a tiempos de frío y lluvia; el siempre contrastado radio patio e incluso el instinto de madre, porque qué decir de ese instinto…
Aun así, no deja de ser una sugerencia, por lo que no necesariamente le haga caso y quizás no me la lleve, lo cual pueda significar que me arrepienta o, por el contrario, me la lleve y tenga que cargar con ella toda la noche para nada, que tampoco sería la primera vez. Sea lo que sea, ya todo viene condicionado por la sugerencia inicial y, cómo no, por el bueno de Murphy.
Cada vez somos más los que buscamos a nuestra madre en la distribución hotelera, pero ¿cómo se busca una madre? Una madre no se busca, no se encuentra y menos cuando la mayoría ya la hemos tenido durante gran parte de nuestra trayectoria: era doña Excel.
La realidad es la que es y cada vez hay más herramientas en el mercado que nos acompañan en algo tan importante como es la toma de decisiones estratégicas. Así, las tan de moda integraciones harán el primer filtro, pero pasado ese, todos buscamos la panacea del algoritmo. Unos se sienten más cómodos y confiados con las predicciones; otros, en cambio, aunque no ven estas herramientas como una amenaza, prefieren revisar personalmente los resultados antes de aprobarlos. No obstante, en ambos escenarios, la tecnología está jugando un papel cada vez más importante en este proceso. Ahora bien, mi madre basa su sugerencia en datos contrastados, ella sabe de primera mano el tiempo que ha hecho en los últimos años, confía en los mejores informativos televisivos y su radio patio es de primer nivel. Y es que, si el dato no es bueno, mejor no perder el tiempo.
Todos deberíamos apreciar que cada vez haya más herramientas tecnológicas de este tipo. Sin embargo, es crucial asegurarnos de que solo las personas adecuadas las utilicen y con la información acertada. Todo sea por evitar aquella famosa frase de ‘estamos trabajando en ello’ cuando algunos buscaban armas de destrucción masiva sin encontrarlas, algo en lo que, bien pensado, podría convertirse una de estas herramientas en las manos equivocadas o trabajando con datos erróneos.
Imágenes cedidas: Andre Oullet en Unsplash
