El año 2023 ha estado marcado por la inflación en prácticamente todos los sectores empresariales y el turístico español no ha sido menos, teniendo que incrementar sus tarifas. El cliente español habría percibido una subida de precios de 2,4 veces más que la realidad en hoteles, según el último Panel Trimestral de Percepción de Inflación de la consultora Simon-Kucher.
Podría haberse esperado que la reacción de los españoles hubiese sido la contención del gasto en el turismo, como es en los alojamientos, pero ha sido todo lo contrario, ya que cierran el 2023 con un incremento del 8% (un 9% en el caso del turismo nacional) de su gasto en hoteles, según el «Global Travel Trends 2023» estudio reciente de la consultora. Por lo tanto, se espera que la demanda turística continúe en auge a comienzos del 2024.
De este modo, se confirma que a pesar de la reducción del poder adquisitivo y de la inflación, viajar continúa siendo una de las prioridades entre los españoles. Según el estudio, los consumidores prefieren viajar antes que gastar en otros sectores como la moda o el transporte.
Concretamente, el 82% de los españoles ha mantenido o incrementado su gasto en viajes en lo transcurrido del 2023 pese a los estragos de la inflación. Además, la brecha entre aquellos presupuestos vacacionales que aumentan y aquellos que disminuyen se abre un 46% en tres años
En cuanto a la disposición al pago de los viajeros, no todos los encuestados responden del mismo modo. Según el estudio, los dos perfiles ubicados en los extremos, es decir, aquellos dispuestos a pagar más (un 61%, incrementando 16pp respecto a 2021) y aquellos dispuestos a pagar menos (19%, incrementando 3pp respecto a 2021), están aumentando la brecha entre ellos. El perfil central está teniendo que decidir si: o bien aumentar su presupuesto para mantener sus estándares vacacionales, o bien reducirlo porque no puede seguir el ritmo al que aumentan los precios.
La evolución de los hábitos de los viajeros tras la inflación
El estudio también analiza los hábitos de los viajeros y en lo que respecta a la anticipación en las reservas, se mantienen las cifras del pasado año. Y es que, un 41% de los viajeros (38% en el caso de los nacionales) ha reservado con más antelación en 2023 respecto al año anterior, de los cuales un tercio lo hacen para beneficiarse de las ofertas más atractivas. Entre los países en los que existe menor anticipación de reserva se encuentran Emiratos Árabes, EE.UU. y España, por lo que cabe estar atento a reservas de último minuto procedentes de estos feeder markets.
En cuanto a los viajes de negocios, se observa que casi el 20% de los trabajadores encuestados afirman que no han viajado en 2023 por motivos de trabajo, lo que, según la consultora, «dificulta una recuperación total de niveles previos en el corto plazo para algunas cadenas hoteleras». Sin embargo, en el segmento corporativo y en línea con el resto de los países europeos, España muestra todavía una potencial recuperación.
Ana Morillo, directora senior de Simon-Kucher matiza: “Las hoteleras deberán ser capaces de diferenciar su estrategia comercial para lograr convertir a unos perfiles de viajeros cada vez más polarizados. Resulta clave identificar los clientes target y los mercados a los que persuadir con cada tipo de marca, diferenciando los esfuerzos en cada etapa del funnel entre lujo y economy. Esto permitirá al sector hotelero atacar a un cliente con mayor ADR y no depender de activaciones de CaPex para incrementar el TRevPar”.
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