El Gobierno chino ha anunciado este lunes que, a partir del próximo 8 de enero, reabrirá sus fronteras y eliminará la necesidad de cuarentena en un nuevo paso en la relajación de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, según ha informado el diario chino ‘South China Morning Post’ citando hasta tres fuentes.
El único requisito que establece el Gobierno para poder acceder al país, por parte del turismo extranjero, es presentar una prueba PCR negativa en las 48 horas anteriores a la llegada al aeropuerto.
La iniciativa nace de la vice primera ministra Sun Chunlan, responsable de la respuesta a la COVID-19, quien ha solicitado a las autoridades locales centrarse más en el tratamiento que en evitar los contagios.
El Gonierno chino propone relajar las restricciones
El anuncio se produce después de que este lunes el presidente de China, Xi Jinping, reclamara reforzar las campañas sanitarias y «pasos concretos» para proteger la salud de la población, en sus primeras declaraciones públicas desde que las autoridades empezaran a relajar las duras restricciones impuestas ante la pandemia de coronavirus.
«La situación de prevención y control de la pandemia hace frente a nuevas situaciones y tareas», dijo el mandatario, que resaltó la necesidad de “llevar a cabo campañas patrióticas de sanidad de forma más precisa», según ha recogido la cadena de televisión china CCTV.
Así, apeló a una «movilización masiva» para reforzar las campañas de concienciación y «mejorar las líneas de defensa social para la prevención de epidemias» con el objetivo de «proteger de forma efectiva la vida y la salud de la población» en el gigante asiático.
La Comisión Nacional de Sanidad de China anunció el domingo que dejará de publicará los casos diarios de coronavirus, en un momento en el que el país experimenta un aumento de casos tras relajar algunas restricciones.
El 18% de la población del país asiático, lo que representa más de 240 millones de personas, han dado positivo en COVID19 en estas tres primeras semanas de diciembre. El mismo despunte ha llegado a Japón y otros países cercanos.
El Gobierno chino ha suavizado algunas de sus medidas explicando que los casos de contagio en esta nueva variante no se prevén como un peligro grave. No obstante y pese al repunte de esta última ola, la llamada a relajar las restricciones llega motivada por el agotamiento que muestra la población del país con la duración de tantas medidas taxativas.
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