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Desde el estallido de la pandemia a comienzos de 2020, el sector turístico ha hecho frente a grandes retos. En especial, la industria hotelera ha atravesado momentos muy duros. Por eso, aunque 2022 comenzó con buen pronóstico, hay que ser consciente de los peligros que se ciernen sobre los viajes. De ahí que ahorrar gastos para convertir el establecimiento en un hotel inteligente sea una buena manera de afrontar el problema.
Ahora, tras la invasión de Ucrania y las sanciones a Rusia, hay que tomar estas expectativas con mucha prudencia. No tanto por los dos millones de rusos que no van a venir a nuestro país, sino por unas perspectivas económicas que apuntan a una contracción económica extendida. A esto hay que añadir que el perfil de huésped ha cambiado. En especial, porque posee una mayor sensibilidad hacia la sostenibilidad y tiene una gran preocupación por la salud.
En base a estas perspectivas, Susana Quintás, Senior Advisor de Metrikus, propone en el Informe de tendencias en el ámbito del turismo de Open Ideas algunas soluciones. El documento, coordinado por Leonard Pera, cuenta con la opinión de 11 expertos en tendencias en el sector. Concretamente en su caso, se centra en los retos a la hora de apostar por la eficiencia en el alojamiento, para cumplir así con las expectativas de los viajeros.
Por eso Quintás añade que debemos tener en cuenta, más allá de todo lo comentado, la erosión en los márgenes de los hoteles. Considera que es fruto de una inflación que genera una subida de costes tanto laborales como de consumos. También, que hay pocas posibilidades de traslado en precio para no comprometer la recuperación. De ahí que, para resolver esta compleja situación, apueste por la ayuda de una de las tendencias tecnológicas de mayor crecimiento y proyección.
Con el Internet de las Cosas (IoT) opina que se puede reducir la base de costes operativos. Al mismo tiempo, permite mejorar los objetivos de emisiones y atraer a turistas responsables. Estos son los ejes sobre los que se sustentan sus cinco consejos para optimizar resultados económicos sin perder en sostenibilidad, que vamos a desarrollar más a continuación.
1. Reducir el coste energético e impulsar los objetivos de emisiones
Hay multitud de iniciativas que se pueden poner en marcha para reducir la factura energética del hotel. La primera pasa por adecuar el gasto energético a la ocupación de las zonas comunes. Por ejemplo, gracias a los sensores de presencia, sabemos cuántas personas y en qué momento están en un determinado lugar. Es decir, que las luces inteligentes que regulan su encendido en función de la ocupación son una gran opción.
De este modo, se automatiza el ajuste de la climatización, uno de los mayores consumidores de energía. Esto supone importantes ahorros en todo el establecimiento. Se pueden aplicar de forma directa en salones, salas de reuniones, gimnasios, restaurantes y cafeterías. En el caso de la restauración del hotel, conocer el patrón del horario de uso por parte de los huéspedes tiene grandes ventajas.
Por un lado, permite reducir el consumo de energía al encender planchas o parrillas de la cocina. Por otro, ayuda a crear una mejor experiencia del cliente, de manera que este pueda consultar en su móvil si tiene sitio para comer en vez de tener que reservar de antemano. Gracias a ello, también se está ofreciendo un mejor servicio al viajero, a la vez que se reducen las emisiones con el objetivo de cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13: más sostenibilidad y menos gasto de luz.
2. Optimizar las operaciones de gestión del edificio
De manera similar al punto anterior, disponer de datos sobre los patrones de movimiento de los clientes es muy interesante en la optimización general del hotel. A estas alturas, ya no hace falta apostar por patrones de horarios para ordenar los servicios de limpieza de los baños o de los espacios comunes. Conviene apostar por una transición hacia un servicio de limpieza basado en el uso real.
Es posible mediante sensores que alertan y envían, de forma automatizada y en tiempo real, el aviso a los equipos de limpieza. Con una buena implantación es habitual conseguir un ahorro de gasto de limpieza y productos de entre un 20-30%. Además de una mejor experiencia cliente, como ya hemos comentado. Mientras, también se puede conseguir una producción y consumo responsable, con una correspondiente reducción de gastos.
Las fugas de agua pueden impedirse con la instalación de sensores de detección de fugas en cocina y zonas comunes. De este modo se evitan gastos, por ejemplo en las cisternas mal colocadas de los inodoros. Al mismo tiempo, el uso de básculas inteligentes que distinguen la tipología de los restos puede ofrecer al chef de cocina una valiosa información para reducir desperdicios de comida.
3. Aumentar los ingresos de las salas de reuniones
Aunque todavía los viajes de negocio no han llegado al mismo nivel que antes de la pandemia, se está produciendo un nuevo impulso del sector MICE. De ahí que sea necesario optimizar esta fuente adicional de ingresos para tantos hoteles. Es decir, que los alojamientos deben preguntarse si sus salas de reuniones están bien aprovechadas.
Entre las preguntas clave que deben hacerse se encuentra si el tamaño de las salas es acorde con el número de personas que las utilizan. También, cuándo se pueden limpiar y liberar. Del mismo modo, hace falta llevar un control de cuánto se están utilizando y de si disponen del confort térmico adecuado.
Todo esto es posible a través de la sensorización, que sirve para conocer el número de personas que están en un momento dado en la sala de reuniones. Gracias a ello, podemos descubrir que, a lo mejor, tenemos espacios con el doble de tamaño de los que se demandan en la realidad. Por tanto, una repartición de las estancias podría, incluso, duplicar ingresos.
4. Mejorar la experiencia de usuario con habitaciones eco friendly
La climatización de habitaciones que no están en ese momento ocupadas por los huéspedes desencadena una importante pérdida de energía y de dinero. De nuevo, los sensores tienen la capacidad de ayudar a automatizar estos procesos, ya sea en las estancias privadas o en los espacios comunes. Esto se traduce en un importante ahorro.
Si a esto unimos un algoritmo de optimización de la limpieza de las habitaciones, obtenemos una mejora de las rutas, lo cual tiene indudables efectos beneficiosos sobre la salud y bienestar de los empleados del hotel. Mediante estas técnicas se reduce su cansancio y disminuye la rotación laboral. Al mismo tiempo, esto permite obtener mejores resultados en la calidad de la limpieza.
Por otro lado, no hay que perder de vista que 52% de los encuestados en el mundo (42% en el caso de España) dicen ser más sensibles a las cuestiones ecológicas que hace seis meses. Es lo que asegura el informe Global Consumer Insights Survey 2021. Por tanto, aunque es posible que el coste del sensor pueda repercutir en el de la habitación ecológica, sin ninguna duda el ahorro energético compensará.
5. Preservar la salud de los clientes en el entorno del hotel
ESG es igual a E de Entorno, S de Social y G de Gobernanza. En la actualidad, es más importante que nunca potenciar la salud y el bienestar de los turistas, que demandan una sensación de seguridad mayor a raíz de la pandemia. Por ejemplo, Susana Quintás destaca que comunicar a tiempo real la calidad del aire que respiran, incluyendo variables más allá de temperatura y humedad, es beneficioso.
Sobre todo, porque a estas alturas no hay ninguna duda de la importancia de las mediciones del CO2. Al fin y al cabo, son un importante indicador de la posibilidad de transmisión de las enfermedades víricas, entre ellas, la Covid-19. Es decir, que hay que transmitir confianza a los viajeros, para que se sientan cómodos en las instalaciones.
El objetivo de todos estos puntos es navegar por la nueva realidad de 2022 para abrazar la recuperación. Para ello, la experta considera indispensable hacerlo a través de una transformación digital que reduzca el impacto medioambiental y dé alegría a la cuenta de resultados. Por eso, concluye su parte del informe asegurando que los hoteles de los próximos 5 años serán sostenibles, tecnológicos e innovadores.
Imágenes cedidas: micheile .com en Unsplash, Open Ideas, Conscious Design en Unsplash, Kelly Sikkema en Unsplash