Estamos acostumbrados a utilizar métricas en el campo del marketing, pero dentro de nuestros objetivos como profesionales del sector hotelero existen mediciones que impactan en otras muchas áreas. Uno de nuestros principales objetivos es hacer crecer nuestros KPIs. Chic@s nos referimos a métricas que sean capaces de orientarse a mostrar resultados, es decir, KPI muy específicas.
Una KPI (Key performance indicator) es un indicador que permite monitorizar y analizar las acciones que realizamos para alcanzar nuestros objetivos. Se trata de una métrica que refleja perfectamente la consecución de dichos objetivos y que podemos, e incluso debemos, aplicar al sector hotelero.
Estos indicadores nos darán una visión más completa de nuestro hotel. Además, podemos dividirlos en diferentes grupos, departamentos o áreas.
Para ello, os voy a mostrar 5 ejemplos de KPIs que podéis aplicar en el sector hotelero:
1. Económico-financieros
- RevPAR (Revenue Per Available Room o ingreso por habitación disponible).
- TrevPAR (Total Revenue Per Available Room o ingresos totales por habitación disponible).
- GOPPAR (Gross operating profit per available room o el beneficio bruto por habitación disponible).
- REVPAG (Revenue Per Available Guest o ingreso por cliente disponible).
- TREVPAG (Total Revenue Per Available Guest o ingresos totales por cliente disponible).
- GOPPAG (Gross Operating Profit Per Available Guest o beneficio operativo bruto por cliente disponible).
2. Clientes:
- Según su tasa de fidelidad.
- Porcentaje de satisfacción de nuestros clientes.
3. Logísticos:
- Rotación del inventario.
- Previsión de compras.
4. Recursos Humanos:
- Tasa de rotación de personal.
- Productividad del personal.
- Grado de absentismo de los empleados por departamento.
5. Mantenimiento:
- Trabajos de mantenimiento pendientes y tiempo de realización de los mismos.
Como podéis observar, existen distintos tipos de métricas y en función de las necesidades de vuestro hotel tendréis que aplicar unas u otras. Recordemos que dichas métricas las utilizamos para cuantificar los resultados de una estrategia ya definida previamente.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. ¡Y no olviden supervitaminarse y mineralizarse!
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