La inteligencia artificial ha llegado para quedarse y todos lo saben, ya que la gran mayor parte de las empresas utilizan la IA para automatizar tareas y optimizar tiempos. Esto ya está empezando a tener un impacto en la economía y en el mercado laboral, algo que se prevé que vaya en aumento durante los próximos años.
Para saber cuál será el efecto de la IA en los puestos de trabajo, Desirée Gómez Cardosa, analista de tendencias en el Observatorio de Tendencias Educativas e Innovación del eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha elaborado un informe que deja claro el alcance de la transformación que tenemos por delante. Uno de los datos a resaltar es que casi uno de cada cuatro puestos de trabajo se tendrá que reestructurar durante los próximos cinco años.
Este impacto no será el mismo para todos los puestos de trabajo, dependerá de los ámbitos del mercado laboral y de los roles desarrollados. Asimismo, también tendrá efectos sobre el tipo de competencias o habilidades exigidas.
El sector financiero ha sido automatizado con IA en un 66%, siendo superado por el de la producción con un 72%. Si tenemos que fijarnos en el sector turístico, la parte financiera de agencias, hoteles, restauración, etc. es la que más se está automatizando.
Cabe destacar que casi dos de cada tres de los puestos de trabajo actuales están expuestos a algún grado de automatización con IA, que la IA generativa podría sustituir hasta uno de cada cuatro puestos de trabajo actuales y que el 75% de las empresas estima que adoptará la inteligencia artificial en sus trabajos.
Esta irrupción de la inteligencia artificial viene de la mano de la creación de nuevos puestos de trabajo de perfiles cualificados relacionados con el desarrollo de la IA, la ciencia de datos y robótica, especialistas en sostenibilidad y analistas de inteligencia empresarial. Sin embargo, disminuirán los puestos de trabajo en los ámbitos donde haya roles administrativos, de seguridad y comercio tradicional. Es decir, desaparecerán los puestos de aquellos perfiles que puedan quedar obsoletos a causa de la automatización de las tareas, según el informe realizado por Desirée Gómez.
Según recoge el Foro Económico Mundial, la previsión de los empleadores es que el 23 % de los puestos de trabajo que hay actualmente requerirán algún tipo de reestructuración en los próximos cinco años.
«A medio plazo, la adopción de la IA incrementará la disparidad laboral entre las personas que poseen competencias en IA generativa o que tienen un perfil tecnológico y las que no. La solución del reciclaje de habilidades podría no ser suficiente para muchos trabajadores debido a la desaparición de algunos puestos de trabajo«, apunta Desirée Gómez, miembro del grupo de Análisis del Aprendizaje y de la Docencia del eLinC.
Por su parte, Manel Fernández Jaria, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, señala que «la IA también podría crear nuevas oportunidades laborales y roles que todavía no podemos imaginar. Las profesiones del futuro podrían requerir una combinación única de habilidades humanas, creatividad, pensamiento crítico y comprensión emocional que las máquinas todavía no pueden replicar completamente«.
El reto de las nuevas habilidades laborales en los puestos de trabajo
Los informes analizados por Desirée Gómez sugieren que las disparidades provocadas por el entorno veloz en el que vivimos y la constante evolución de la inteligencia artificial podrían tardar en integrarse adecuadamente al mercado laboral. Por ello, las universidades y centros de formación superior desempeñarán un rol crucial en proporcionar una educación rápida y de calidad que responda a las demandas del mercado, ofreciendo programas de aprendizaje continuo que permitan a los trabajadores en activo actualizar sus competencias en áreas relacionadas con las nuevas tecnologías.
La previsión de importancia de las competencias para los trabajadores en los próximos cinco años destaca con un 73,2% el pensamiento creativo, con un 71,6% el pensamiento analítico y con un 67,7% la alfabetización tecnológica.
«Estamos ante un gran reto que tiene que ver con la correcta absorción de las tecnologías por parte del tejido empresarial«, reflexiona Gómez, el analista de tendencias educativas y de innovación de la UOC. «Se trata de una transformación profunda en los procesos de producción, gestión y toma de decisiones para las empresas, que tendrán que integrar de manera efectiva estas tecnologías en sus operaciones para mantenerse competitivas en un mercado en constante evolución. Si no es así, no tendrán futuro«, advierte Fernández Jaria.
Este reto también se extiende a los centros educativos, que tienen que poder satisfacer la demanda de nuevos perfiles profesionales a raíz de la entrada de la IA en la industria«, apunta Desirée Gómez del eLinC. «En la educación se pueden llegar a generar dos velocidades«, opina Fernández Jaria, quien continúa: «Si los gobiernos no toman decisiones estratégicas, rápidas y ágiles, la brecha social se hará definitivamente más grande entre los que reciban una formación formal obsoleta y con poco valor añadido, como ya está pasando, respecto de aquellos que puedan pagar una formación de nivel superior adaptada al cambio«.
Paradójicamente, a pesar de estar en la era de la ciencia de datos, el grado de certeza sobre estos cambios todavía es difícil de determinar, en parte por la propia volatilidad de la tecnología. «El panorama ha cambiado exponencialmente a causa del boom de la IA generativa que ha popularizado Open AI con ChatGPT, y el 2024 promete novedades que pueden modificar de nuevo estas previsiones. Pero, en cualquier caso, todas las fuentes coinciden a grandes rasgos en las conclusiones ya expuestas«, dice Gómez.
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