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Ser mujer en puestos de dirección hotelera todavía sigue siendo algo poco común en España y, aunque cada vez toman el mando más mujeres, aún falta para lograr esta igualdad y que se las vea con los mismos ojos que a los hombres.
Según la Organización Mundial del Turismo, el 60% del personal son mujeres, sin embargo, tres de cada diez puestos de dirección hotelera en España es ocupado por mujeres. Además, otro dato sobre la desigualdad es que, según la Organización Mundial del Trabajo, la brecha salarial en el turismo está actualmente en un 20%.
El segundo día del TIS – Tourism Innovation Summit, ha reunido en una mesa a tres mujeres que ocupan cargos directivos en hoteles: Cristina Cabañas, presidenta de Guitart Hotels y de la Fundación Guitart Climent, con quien hablamos de forma distendida en una entrevista para TecnoHotel; Sara Sánchez, CEO de Rusticae; y Mayka Rodríguez, general manager de Sofitel Lisbon Liberdade. Una mesa titulada «Equidad en la cima: mujeres CEO en la industria hotelera» y que ha moderado Rocío Cibrán, directora de The Westin Valencia.
Desafíos de las mujeres CEO, la vulnerabilidad no es una debilidad
Son varios los desafíos de las mujeres que cuentan con papeles en puestos directivos y entre ellos se mencionó el tema de la culpabilidad. Culpabilidad por no llegar a todo, por no dedicarle tiempo a la familia, por las decisiones tomadas, etc. Un aspecto que va ligado a la vulnerabilidad del que también se mencionó en esta mesa redonda del TIS.
«Hay que delegar porque no soy una supermujer, con el trabajo y con mis hijos. No podemos ponernos la mochila de la culpabilidad, somos igual de buenas madres haciendo nuestro trabajo y cuidando a nuestros hijos que delegando», afirmó la presidenta de Guitart Hotels.
Y es que, en el alrededor de Cristina Cabañas le recomendaban no mostrarse vulnerable, pero no le hacía caso: «siempre me he mostrado como he sido. Qué pasa por llorar, todos tienen su corazón y es lo que nos hace persona, esto es un plus, no lo veo como una debilidad, sino que veo una buena persona que puede crear una buena empresa».
En el caso de la general manager de Sofitel Lisbon Liberdade, decidió no ser madre por su situación laboral, ya que cambiaba de país cada 2 ó 3 años y no veía viable formar una familia bajo esas condiciones en las que ha estado durante los últimos 30 años. «Los hombres, si les tocaba ir a Tailandia o Vietnam, la familia seguía, pues la mujer se quedaba con los hijos y él iba y venía, pero no veo esto en el caso contrario».
Además, al hablar de culpabilidad y vulnerabilidad, Mayka Rodríguez reconoció que debe «cambiar el chip», ya que tal ella siempre había estado disponible las 24 horas del día y nunca se había cogido una baja porque lo veía como una vulnerabilidad, trabajaba aunque estuviese enferma, hasta que tuvo que parar.
Cuando Mayka Rodríguez paró y se cogió su primera baja, se dio cuenta de que «dentro de la empresa somos compañeros y tenemos que tener la confianza de compartir lo que estamos sufriendo. A lo mejor en casa no podemos mostrarlo y el apoyo con los compañeros va a hacer que tengamos más confianza con el equipo y que incluso trabajemos mejor«.
La integración de la mujer en los papeles directivos está haciendo que mostrar «vulnerabilidad» se vea como un punto fuerte porque puede empatizar con el equipo. «Antiguamente, la mujer no podía estudiar o trabajar porque estaba vinculada a las emociones y el trabajo implicaba más rigidez y hoy en día lo que más nos une a los demás es mostrarnos vulnerables y cuando nos mostramos así, la otra persona también se puede mostrar como es», aseguró la CEO de Rusticae.
Y es que, la mujer directiva aporta algo más que justicia y rentabilidad a su puesto, sino que también cuenta con la «capacidad de empatizar y crear equipos mucho más diversos y valiosos», tal y como comentó Sara Sánchez.
Otro de los desafíos que se resaltaron en esta mesa de debate fue el tema de los networkings, «hay que quitarse prejuicios, no tener miedos y compartir nuestras preocupaciones sobre el trabajo también con los hombres, unirnos a sus networkings», aseguró Sánchez. Además, Mayka Rodríguez añadió que «debe hacerse con todos los profesionales y no crear nuestro mundo aparte de mujeres ejecutivas«.
La flexibilidad y la conciliación
Empatizar es comprender al trabajador y ponerse en su lugar, por lo que se ha empezado a escuchar sus necesidades que es la flexibilidad y la conciliación de la vida personal.
Tal y como comentó Cristina Cabañas, «hay que dar ejemplo de lo que nos gustaría que hicieran con nosotras». Por lo tanto, en su caso, en Guitart Hotels el 90% de los empleados tienen turnos seguidos y no partidos para poder compatibilizar con la vida personal, así como otras flexibilidades.
Así que, al mostrar las vulnerabilidades y tratarles como una familia dándoles lo que necesitan, hacen que el sentimiento de pertenencia a la marca sea aún mayor. «Los empleados luchan por Guitart, todos se sienten una familia, dispuestos hasta hipotecar su casa para sacarlo adelante, sobre todo durante la pandemia», aseguró Cabañas.
De este sentimiento también habló Sara Sánchez: «Cuando a los equipos se les he dado flexibilidad he confiado en ellos y han hecho la empresa suya y la productividad ha sido impresionante. Somos una familia y sienten una pertenencia a la marca. No hay dinero que pague eses sentimiento de pertenencia que te permite compatibilizar. Esto es muy rentable».
Consejos para otras mujeres
Cristina Cabañas habló del término «suelo pegajoso» para hablar sobre el problema de las mujeres a la hora de escalar profesionalmente: «A veces tenemos que decirnos eso de «yo valgo y lo voy a hacer» y es porque estamos pegadas al suelo y nos cuesta subir».
«El talento no tiene género, sino que tiene valía», reclamaba Cabañas en el TIS, quien añadía que nadie es perfecto y todos nos hemos equivocado. Además, aconsejó a las nuevas generaciones «ser alguien muy cercano a las personas y hacer un liderazgo compartido entre todos».
Por otra parte, Sara Sánchez invitó a las mujeres a no ser tan perfeccionistas y a los hombres a «comprender y empatizar con el otro para que las compañías y la sociedad mejore».
Por úlitmo, Mayka Rodríguez aseguró que en el liderazgo, «se valora mucho hoy en día la inteligencia emocional, ya no está a la orden el mismo rol de directivo de antes» y que «la diferencias entre hombres y mujeres no son malas, hay un balance».
«Los hombres nos llevan dos vueltas de ventaja, pero ya les pillaremos», comentó la presidenta de Guitart Hotels para finalizar esta mesa de «Equidad en la cima: mujeres CEO en la industria hotelera».
