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Desde que Bain & Company comenzó a realizar sus proyecciones sobre la recuperación de la industria aérea en mayo de 2020, el mundo ha presenciado una transformación monumental en el sector. Aunque el impacto devastador de la pandemia en la aviación ha comenzado a disiparse, nuevos desafíos emergen en el horizonte.
La lucha ambiental y económica en la industria aérea
El cambio climático, simbolizado en el sector de la aviación por la batalla contra las emisiones de dióxido de carbono, ha pasado a primer plano. Las medidas adoptadas para reducir estas emisiones ya están comenzando a tener un impacto palpable en las proyecciones a medio y largo plazo de la industria.
Además, factores como la inflación y la disminución de la renta disponible están siendo obstáculos adicionales. Sin embargo, las proyecciones de Bain muestran cierto optimismo. Se espera que la demanda de viajes aéreos supere los niveles de 2019 el próximo año. Aun así, Bain intuye una posible recesión leve en 2028-2029, que atenuaría el crecimiento de la demanda de viajes de los dos últimos años.
El precio se eleva
Según las estimaciones, la carga financiera de las medidas ecológicas se sentirá con fuerza a partir de 2026, con un incremento significativo en el precio de los billetes aéreos. Para 2030, Bain & Company prevé que este aumento disminuirá la demanda en un 4,7% de media global, en comparación con un escenario donde reducir las emisiones no tuviera ningún coste asociado.
Este resultado es más significativo que el que Bain pronosticó el trimestre pasado, es decir, una reducción de la demanda del 3,5% frente a un escenario de emisiones de carbono a cero coste. Esto se debe a la evolución de las perspectivas del entorno normativo y al aumento de los precios de los combustibles de aviación sostenibles.
Una demanda desigual
La distribución geográfica de la demanda aérea también está en plena transformación. Mientras que los vuelos entre Europa y Norteamérica podrían ver un aumento del 17% en su demanda respecto a 2019, Asia, con su crecimiento económico consolidado, podría experimentar un aumento del 61% en los viajes intrarregionales.
Situación complicada para las aerolíneas europeas
Las aerolíneas europeas tienen menos margen para bajar los precios para estimular la demanda, debido la inflación de los costes, la competencia entre las aerolíneas de bajo coste y el endurecimiento de la normativa sobre las emisiones de carbono.
Se prevé que este marco normativo hará disminuir la demanda de vuelos de larga distancia hacia y desde Europa. Por otra parte, el tráfico intrarregional previsto en Europa ha aumentado 3 puntos porcentuales en el último estudio de Bain & Company, gracias a las previsiones más favorables sobre el crecimiento de la renta disponible.
Asimismo, la previsión de vuelos de corta distancia en Norteamérica para 2030, a pesar de su fuerte recuperación, ha caído 5 puntos porcentuales debido a cambios en las perspectivas macroeconómicas.
Asia: El Gigante en Ascenso
Asia sigue siendo una región llena de promesas. Las perspectivas sólidas de crecimiento de la renta, combinadas con la expansión acelerada de las aerolíneas low cost, pintan un futuro brillante. Sin embargo, sigue existiendo una gran incertidumbre en Asia en torno a cómo evolucionará la regulación de las emisiones de carbono en cada país.
Conclusión
La industria aérea, después de enfrentarse al desafío sin precedentes del COVID-19, se encuentra ahora en una encrucijada. Mientras busca superar las secuelas de la pandemia, debe navegar por un nuevo mundo lleno de desafíos económicos y ambientales. La adaptabilidad y la innovación serán claves para quienes deseen volar alto en este nuevo cielo.
Imágenes cedidas: Ross Parmly en Unsplash
