La situación de incertidumbre actual generada por el entorno de subida de los precios de la luz, energía, carburante y alimentos hace augurar un frenazo en las ventas de bares y restaurantes para el último trimestre del año. A pesar de una buena temporada de verano con cifras similares a las de 2019, la hostelería española está viviendo la entrada del otoño con temor.
Con una tasa de inflación situada en un 10’5, de acuerdo con las últimas cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muchos bares y restaurantes se han visto en la obligación de aumentar sus precios con el fin de evitar que su margen de beneficio quede reducido al mínimo. Además de esto, otro de los aspectos que mayor preocupación genera actualmente en el sector es la contención en el gasto y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, hecho que podría afectar gravemente a la economía nacional. Más allá de esta incertidumbre, la comunidad de la restauración se enfrenta también a día de hoy a la escasez de personal como consecuencia de la fuga masiva de empleados, circunstancia que agrava la preocupación de los empresarios españoles.
La apuesta por delivery y take away
No obstante, a pesar de lo inquietante que pueda parecer la situación actual, no debemos olvidar que no hace tanto el sector Horeca se enfrentó a otra gran crisis, la de la pandemia de la COVID-19, y consiguió superarla con éxito. La apuesta decidida por el delivery y el take away permitieron a muchos bares y restaurantes sobrevivir. Por ello, es muy importante que los negocios vuelvan a ligar su apuesta ante esta nueva crisis con la digitalización de sus empresas.
Esta medida puede parecer una obviedad, pero son diversos los estudios que demuestran que el presupuesto que la mayoría de los hosteleros españoles dedica a la digitalización es ínfimo, lo cual, sin duda, es un error. Las nuevas tecnologías, entre los múltiples beneficios que poseen para los restaurantes, impulsan a reducir sus costes. Además de la modernización de los sistemas de reservas, otros elementos como la publicidad online o los procesos de pago están siendo transformados por la implementación de estas tecnologías.
Optimiza la entrega de los pedidos
Por otro lado, cabe destacar que otro de los mayores beneficios de esta digitalización es que permite hacer un control mucho mayor del proceso de preparación y entrega de los pedidos, reduciendo los tiempos de espera de los mismos. Además de esto, esta herramienta tecnológica va a resultar crucial para el futuro a corto plazo del sector ya que va a permitir a los restaurantes conocer al milímetro los gustos sus clientes habituales. Un conocimiento que puede ser sustancial para reelaborar la carta en función de los platos que más éxito tienen y, por lo tanto, aquellos que resultan más rentables y desechar aquellos que no se venden.
Nos acercamos hacia un futuro repleto de cambios, adversidades y grandes desafíos que deben entenderse como momentos de oportunidad. El sector Horeca cuenta con un gran margen de innovación que le puede ayudar a implementar nuevos y sorprendentes conceptos de restauración, siempre de la mano de la tecnología. Ahora es el momento de complementar la decidida apuesta por el delivery y el take away que se produjo durante los tiempos de pandemia, a través de soluciones tecnológicas orientadas hacia el cliente, sus gustos e intereses personales.
Imágenes cedidas: Louis Hansel on Unsplash