Hace unos meses, Ámsterdam fijaba en 60 días el tiempo máximo que los propietarios podían alquilar sus viviendas en plataformas de alojamiento vacacional como Airbnb o Booking.com.
Pero va a dar una vuelta de tuerca más, pues a partir del 1 de enero de 2019 reducirá de 60 a 30 días al año el tiempo máximo, tal y como anunció el ayuntamiento.
La decisión busca «limitar la influencia negativa de los pisos de alquiler vacacional», explicó el consistorio, que recordó que esos alojamientos deben cumplir ciertas medidas que ya se aplican, como el límite máximo de cuatro visitantes por vivienda o que se pague el impuesto turístico.
Los pisos en plataformas de alojamiento vacacional aumentaron de 4.500 en 2013 a 22.000 en 2017, según ha registrado el Ayuntamiento, lo que ha incrementado las «repercusiones no deseables en varios vecindarios y barrios de Amsterdam«, indicó el consistorio.
Graves problemas con la vivienda
El problema de la vivienda en la capital holandesa, cuyos alquileres son los más altos de todo el país, llevó a un Tribunal de distrito a dictaminar recientemente que una persona puede perder su casa en Amsterdam si su propietario la usa exclusivamente para alquiler vacacional y, por esa razón, no reside en ella.
«Esa sentencia proporciona suficiente certeza legal para que Ámsterdam acorte el plazo de alquiler de vacaciones de 60 a 30 días«, indicó el consistorio.
La medida se enmarca en el plan general de la ciudad para controlar el influjo de turistas, como la prohibición temporal de construir nuevos hoteles en el centro o el esfuerzo de las oficinas de turismo nacionales para convencer a los visitantes de que se acerquen a otras localidades del país.
Según las previsiones del Ayuntamiento, con el actual ritmo de crecimiento se pasará de los actuales 17 millones de visitantes a unos 23 millones en 2025, en una ciudad de poco más de 800.000 habitantes.
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