Ya le conocíamos en España, pues ha estado presente en varias de las ferias y eventos tecnológicos de los últimos meses. Pero lo cierto es que su presentación en la Feria Internacional de Berlín, ITB 2017, ha tenido una gran seguimiento. Y no se trata solo de que Pepper, uno de los robots humanoides más evolucionados de cuantos se comercializan en la actualidad, sea un auténtico «encanto», es que su funcionalidad dentro del sector turístico y hotelero puede ser realmente muy útil, «como del futuro».
Durante su presentación en la ITB, el robot Pepper ha demostrado algunas de sus utilidades. Y lo ha hecho de la mano de Nicolas Boudof, de SoftBank Robotics. Según Boudof, una de las cuestiones a las que se enfrentan los creadores de este tipo de dispositivos es que «los robots humanoides se parecen un poco a zombies. Nos asustan». Por eso, «deben diferenciarse claramente de la personas«. De ahí el diseño de este robot en concreto, Pepper, que con sus 1,20 metros, tiene una apariencia muy agradable, con un exterior blanco brillante, una cabeza redonda y ojos anchos que se iluminan con colores cambiantes. Este robot se comporta como un auténtico relaciones públicas, con una comunicación y comportamiento casi humano, a no ser por su voz, evidentemente artificial. Aunque en la interlocución con él es fácil olvidarse de eso y llegar a perder la conciencia de que con quien hablas es una máquina. De hecho, incluso puede analizar las expresiones faciales y los gestos de las personas y responder de forma interactiva.
Funcionalidades para el sector turístico
Pero si por algo ha llamado la atención en la ITB es por su utilidad, demostrando que la robótica aplicada al sector hotelero es un campo que merece tener en consideración. Pepper puede ser utilizado como una interfaz de Internet, proporcionando acceso a todo tipo de servicios online. Puede hacer reservas de hotel, cambiar reservas de aerolíneas, reservar y comprar entradas, o actuar como una agencia minorista online. Y todo, a través de la voz. Como buen ejemplo de las posibilidades de inteligencia artificial, este robot a aprende y mejora de forma continua. Da información personalizada y responde preguntas que suponen un gran conocimiento.
Durante la presentación en la feria alemana, Boudot pidió a Pepper que cambiara su reserva de asientos en un vuelo. ¿Cómo? El robot escanea el código QR de la reserva en el smartphone mediante el escáner situado detrás de un orificio en la frente del robot. A continuación el menú de disposición de asientos del avión se muestra en la pantalla que Pepper tiene en su pecho, donde se pueden seleccionar los asientos deseados. Y, como esto, otras muchas utilidades, también aplicadas al mundo hotelero, por ejemplo el check in y el check out o la solicitud de servicios adicionales durante la estancia de los clientes.
Sin duda, este robot es solo un ejemplo de cómo la robótica de humanoides puede revolucionar el sector. Como vemos, el futuro está cada vez más cerca.
Imágenes cedidas: ITB Berl?n