Contenido
Poder sentarse a dialogar con Jordi Clos, presidente del Grupo Derby Hotels Collection y del Gremi d’Hotels de Barcelona, es todo un lujo que no se puede desaprovechar. El encuentro con TecnoHotel tuvo lugar en la pasada edición de Fitur. Tenía muchas cosas que preguntar a este peso pesado del sector hotelero, de ahí que la conversación se prolongara durante más de 30 minutos.
La situación de Barcelona como destino turístico, la problemática del alquiler vacacional, la sostenibilidad, la transformación digital o la impresionante apuesta de Derby Hotels con el arte fueron los temas principales del encuentro.
Y es que Barcelona no lo ha tenido fácil durante la crisis sanitaria. «Dependemos del mercado internacional; no teníamos muy arraigado el mercado español y eso nos ha hecho acusar la crisis mucho más que Madrid», reconoce en su primera intervención.
De todas formas, estos complicados años han servido a Barcelona para entender cuánto necesitan al turismo a nivel económico y laboral. «En número de visitantes, Barcelona no tenía muchos más turistas que Madrid antes de la crisis; sin embargo, allí tuvimos conflictos que en Madrid no se dieron», afirma Clos en referencia a la turismofobia que se extendió en la ciudad durante los años previos a la crisis del Covid-19.
En su opinión, la culpa la tuvieron los políticos, que en ciertos momentos avivaron más la llama. «Ahora que el turismo ha dejado de venir, muchos comercios, restaurantes, taxis y hoteles se han quedado paralizados», añade.
Aun así, el reto de Barcelona pasa, como decía hace unos días el profesor Donaire, por conseguir que los destinos de masas sean sostenibles. Porque, como afirma Clos, «el turista va donde quiere. Por mucho que le inviten a ir a otros destinos, si estos no le resultan atractivos, no irán».
Pero, sin duda, lo complicado es alcanzar la meta propuesta por José Antonio Donaire. Los hoteles, quieran o no, van a llegar obligados a esa apuesta sostenible. «Solo hay que ver el cambio de precio en la energía. La energía lo es todo para un hotel; hay que saber reestructurar ese gasto. Por ejemplo, en Derby Hotels hemos decidido cambiar todos los sistemas de refrigeración y calefacción de nuestros hoteles: hemos reducido en un 40% el consumo eléctrico», reconoce. Además, el cliente está también exigiendo esa sostenibilidad a los hoteles donde se aloja.
La situación del alquiler vacacional
Barcelona ha sido uno de los destinos que más ha luchado contra el alquiler turístico ilegal. El propio Jordi Clos recuerda que hay dos tipos de pisos turísticos: los ilegales y los legales. De hecho, él mismo fue pionero de este tipo de alojamiento, «pero siempre en edificios enteros, porque lo que no es asumible es que en un bloque de viviendas se abran pisos turísticos».
De todas formas, después de tanto pelear, ahora ha surgido un nuevo problema en la ciudad: las habitaciones turísticas compartidas. Como señala Clos, esto ha existido desde siempre en Barcelona: «Hace 50 años ya venían los temporeros y alquilaban una habitación durante días o semanas y ayudaban así a sufragar los gastos de la vivienda donde se alojaban. Lo mismo ocurrió después con los estudiantes».
Pero esta situación cambia en el momento en que el pasado mes de agosto, la Generalitat aprueba un nuevo decreto que admite las habitaciones compartidas como nueva modalidad de alojamiento turístico en que el residente alquila una habitación a un tercero por 31 días o menos. «Estuvieron a punto de aprobarlo en el pleno del ayuntamiento, pero desde el Gremio hicimos mucha presión; nos escucharon y lo paralizaron, si bien no lo han eliminado. En 2023, lo intentarán de nuevo», añade.
En concreto, el Ayuntamiento de Barcelona propone prohibir el alquiler de habitaciones turísticas en toda la ciudad para evitar una saturación de plazas y un aumento desorbitado de la oferta de alojamientos turísticos, especialmente en las zonas céntricas de la ciudad. Aun así, sí pretende permitir el alquiler por más de 31 días tanto a estudiantes como a temporeros.
De todas formas, el problema es grave: el precio del alquiler ha subido tanto en la ciudad que muchas personas que viven solas o familias en situaciones precarias han adoptado esta práctica durante los fines de semana para poder sufragar gastos. El debate, está servido.
Aun así, el Gremi d’Hotels no es contrario a esta práctica, siempre que no se dirija al turismo. Para ello, apuestan por los bloques enteros de pisos turísticos. «Tenemos asociados varios edificios de apartamentos, si bien exigimos que sean edificios completos, que tengan recepción… el servicio y el control debe ser exactamente igual al de un hotel», concluye Clos.
Sector lujo y turismo MICE
El lujo y el MICE son dos de los segmentos que más está trabajando últimamente Barcelona. Aun así, la crisis sanitaria los ha golpeado duramente, especialmente al turismo de negocios. En cuanto al turismo de lujo, Clos reconoce que Madrid está dando pasos muy importantes. «El todo vale no nos sirve; es pan para hoy y hambre para mañana. Tenemos que moderar y reconvertir el turismo vacacional en Cataluña», explica.
Y pone como ejemplo a Lloret de Mar, un destino que ha sabido reconvertirse del turismo de fiesta a un turismo con mucho más poder adquisitivo. «Ese turismo anárquico no nos interesa, porque nos aleja de la sostenibilidad y además ahuyenta al turismo de lujo», añade.
Por otro lado, sí reconoce el gran papel que Barcelona ha realizado en los últimos años con el turismo de ferias y eventos. «Hace unos años, Iferma no se gestionaba como ahora y Barcelona supo aprovechar su oportunidad», cuenta. En esa época, el alcalde Joan Clos conformó un equipo empresarial «brillante» para dirigir Fira de Barcelona. «Sobrepasamos a Ifema en facturación y trabajamos en la captación de grandes eventos como la MWC o el congreso SEC de salud cardiovascular», señala Clos.
En los últimos tiempos, Madrid está mejorando, pero a Barcelona han llegado otros eventos relevantes como el ISE. «Hemos logrado que entren importantes congresos de sectores como el de salud, el tecnológico o el del automóvil. Ahora estamos sufriendo la crisis, pero son eventos que seguimos teniendo y que volverán», asegura.
Relación Madrid-Barcelona
Hace unos años, Jordi Clos decidió trasladar la sede social de Derby Hotels Collection a Madrid. Y es que la relación del presidente del Gremi con ambas ciudades es muy estrecha. «Individualmente, Madrid y Barcelona pueden ser competencia, pero lo que no tiene sentido es ir a Miami por separado para promocionar ambos destinos», razona Clos.
En su opinión, un país tan bien conectado con el AVE debería promocionar de forma conjunta a todos sus destinos más destacados. «España es pequeña y con el tren de alta velocidad estamos muy cerca. Tenemos que saber vender todo lo que tenemos más allá del sol y playa».
El papel del arte en Derby Hotels
Antes de dar por concluido el encuentro, quisimos preguntar a Jordi Clos por la interesante apuesta artística de la cadena que dirige, Derby Hotels Collection. «El arte, el lujo y la cultura van siempre de la mano», avanza. Por eso, desde que se adentró en esta empresa, hace ya más de 50 años, consideró que el arte debería ser el eje transversal de todos sus hoteles. «En nuestros alojamientos, los huéspedes pueden dormir junto a un Picasso o junto a un mosaico romano», afirma.
Pero es mucho más. Cada uno de los 22 hoteles de la cadena se ha levantado en edificios señoriales o palacios. Otros como el Urban de Madrid son claros ejemplos de arquitectura moderna y lujosa. «Fue el primer 5 estrellas en un edificio moderno que hubo en Madrid», reconoce. Hoy ese hotel incluye, por ejemplo, un tótem que Clos compró en una tribu de Papúa Nueva Guinea que, apenas 20 años antes, era todavía caníbal.
Este afán por el arte comenzó mucho antes. En los 70′, Jordi Clos se asocia con su suegro Joaquin Casellas y comienza a dirigir el Hotel Derby de Barcelona que había abierto sus puertas en 1968. Aun así, su primera apuesta artística importante tuvo lugar en el Claris Hotel & Spa 5*GL. Situado en el Palacio Vedruna, el alojamiento incluye 22 kilómetros lineales de molduras de piedra. Pero esto resultaba poco para un ambicioso Jordi Clos. «Decidí meter dentro el museo egipcio y varias esculturas romanas del siglo II», cuenta. Y así empezó una colección que hoy en día cuenta con más de 5.000 piezas de arte repartidas en 22 hoteles que han sido diseñados por el propio Jordi Clos.
Actualmente, cada hotel tiene una planta fija de museo (aparte de las piezas que hay en las habitaciones) para que aquel ciudadano que lo desee entre a visitarla. Por ejemplo, el hotel Villa Real de Madrid acoge una de las colecciones más importantes de mosaicos de arte antiguo. En los últimos meses incluyó 20 nuevos mosaicos romanos datados entre el siglo II y IV d.C. (procedentes de Asia Menor) que se unen a las 89 piezas ya expuestas, incluidas 20 tanagras griegas, lo que convierten a este museo en una de las exposiciones de arte antiguo más importantes de España.
Hoy en día, Jordi Clos dirige Derby Hotels Collection junto a su hijo Joaquim Clos, que actúa como director general de la cadena. Tercera generación de proyecto de lujo donde el arte juega un papel relevante. Tanto como sus huéspedes y trabajadores porque, aunque reconoce que la tecnología es importante, «los robots nunca van a hacer sentir a nuestros huéspedes tan bien atendidos como lo hacen nuestros empleados», concluye.
Imágenes cedidas: Arduino Vannucchi, Foto de Enrico Perini en Pexels