Al final, parece que Hacienda ha ganado el pulso que mantenía desde hacía meses con la plataforma de alquiler vacacional de Airbnb. Según adelanta Cinco Días, la compañía ha enviado a sus clientes una actualización de su política de servicios, privacidad y pago de los servicios. La principal novedad reside en el ámbito de la privacidad, cambios que entrarán en vigor dentro de un mes.
El punto 3.9 de las condiciones de privacidad dice lo siguiente:
«(…) los anfitriones y los huéspedes, cuando así lo autorice la legislación aplicable, nos otorgan autorización de manera expresa, sin mediar notificación adicional, para divulgar datos de los anfitriones y los huéspedes y demás información relativa a ambos o a sus transacciones, reservas, alojamientos e impuestos sobre el alojamiento a las agencias tributarias pertinentes, incluidos entre otros datos el nombre del anfitrión o del huésped, las direcciones del anuncio, fechas e importes de transacciones, NIF/CIF e información de contacto, correspondientes al anfitrión o al huésped; así como el importe de impuestos que los anfitriones hayan recibido de los huéspedes (o que estos adeuden a los primeros)».
Airbnb también colabora con los fiscales
Esto quiere decir que Hacienda ha conseguido romper el principal punto de fricción que existía con Airbnb, después de que el Ministerio aprobara a finales del pasado año un decreto en el que obligaba a las plataformas a aportar información sobre los anfitriones y los ingresos que percibían.
Aunque en un principio Airbnb se había negado a facilitar esta información, ahora se ha visto obligada a ceder. Además, esta decisión llega días después de que la plataforma anunciara su colaboración con la Asociación Española de Asesores Fiscales con el objetivo de ayudar a los anfitriones a presentar sus cuentas a Hacienda.
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