El motor de reserva de una página web es el programa necesario para confirmar las reservas recibidas por Internet. Con el aumento de las reservas online, los motores de reserva se han vuelto una necesidad que ni el más pequeño de los hoteles puede ya ignorar.
Así se desprende del Desayuno TecnoHotel sobre marketing que organizamos el pasado mes y del que ya dimos cuenta en este amplio reportaje. Patrocinado por Neobookings, openROOM y Paraty Tech, el encuentro dio para mucho. Sobre todo cuando lanzamos la pregunta de qué no puede faltar en un motor de reservas. Esto fue lo que nos contaron los ponentes.
Para Jaime Chicheri, creador de RevenueManagementworld.com, lo más importante es que tenga pocos pasos y permita la venta cruzada. Pero hay más: «Que esté bien traducido, que no cree problemas de carga de página, que esté visible en todas las secciones de la web y que mantenga la misma URL», añade.
Por su parte, Yeyo Ballesteros, Head of Communications en Room Mate Hotels, va un poco más allá: «Ha de ofrecer facilidades de pago y estar lo más actualizado posible. Además, debe permitir ajustarse a nuestra imagen de marca, que se pueda personalizar en favor del hotel».
Turno de los proveedores
«Los motores más estándares permiten identificarlo al máximo con tu imagen de marca a través del CSS: colores, tipografías, logos… Pero si el hotel quiere una herramienta potente, también necesita quien la maneje. Sin olvidar la estrategia. No puedes encontrarte alertas de ‘mejor precio garantizado’ en la web y luego verlo más barato en Booking porque nadie ha actualizado el motor», indica Fernando Soto de openROOM.
Raúl Blanco, de Neobookings, asegura que la velocidad de carga, la adaptabilidad con el móvil y el diseño es lo primordial a tener en cuenta. «No concibo que haya hoteles que inviertan 20.000 euros en un logo y luego no haya diseño alguno en el motor de reservas». Asimismo, añade, «apostamos por la personalización y por la integración del motor con otros sistemas, pero sin olvidar que ha de transmitir confianza al usuario».
Por su parte, David Madrigal, de Paraty Tech, opina que el motor ha de ser «robusto». Reconoce que el diseño es importante, pero para él, es prioritario «una robustez que permita integraciones y aporte rapidez». El objetivo pasa por tener un motor «que dé lo mismo o más que Booking». Aun así, reconoce que lo más complicado es que el usuario pase a la segunda página del motor en su proceso de reserva. «Y siempre actualizado respecto a los que tenemos en OTAs o en Google». Si el cliente se va, siempre podemos atraerlo de nuevo a través del retargeting.
Por último, Carlos Domínguez (ITH) e Iñigo Arruti, de Hilton, hicieron hincapié en la seguridad. «El cliente ha de estar seguro de realizar pagos por nuestro motor, ha de generar confianza y ser transparente», indica Domínguez. Arruti está de acuerdo: «Robustez y seguridad. Debe ser muy seguro, cuidar todos los datos que dejan los huéspedes y que sea muy sencillo de manejar».
Los huéspedes, ¿te buscan o te encuentran?
Pero, ¿cómo hacer que el cliente llegue a este motor de reservas? Porque no siempre es fácil. «Si eres un hotel más, con suerte te van a encontrar, pero no te van a buscar». David Madrigal, de Paraty Tech, lo tiene claro. «A RoomMate o a Hilton lo van a buscar, pero a la gran mayoría de hoteles los van a encontrar, principalmente, en metabuscadores. Por eso, hay que utilizarlos como herramienta de ventas». De ahí, la importancia de posicionarse en estos portales, especialmente con la ayuda de terceros.
Yeyo Ballesteros, de RoomMate, hace hincapié en la necesidad de crear marca. «Hay millones de formas de conseguir la venta directa. Por ejemplo, tenemos un blog de life style y trabajamos con influencers de calidad», asegura.
Madrigal, lo apoya. «Hay que trabajar el branding. Adwords, metabuscadores, Google Hotel Ads… cuando alguien busca tu nombre es porque está interesado en ti. No puedes dejar eso de lado. Registra la marca e invierte en Google, no queda otra». Por su parte, Raúl de Neobookings recuerda que pujar por el posicionamiento de nuestra marca «es barato».
Chicheri apuesta, por su parte, por el contenido de valor. «Dejaría de comunicar tanto y me centraría en comunicar solo cuando sea necesario y con calidad. Pero también hay que pagar ‘gasolina’: Facebook, Google, influencers… Cada uno al nivel de sus posibilidades. Solo los hoteles que tengan personalidad podrán tener éxito en su venta directa», concluye.
«Hasta el hotel más tradicional puede darle un toque creativo a todo, pero hay que buscar a profesionales de verdad», cierra Ballesteros.
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