Desde antes de la llegada del COVID, los revenue más despiertos eran conscientes de la necesidad de «reinventarse» constantemente si no querían quedarse atrás ante el mayor desafío: escuchar al cliente, tanto externo como interno, ya que todo el equipo que compone un alojamiento tiene que ser parte activa de la estrategia de revenue.
Y llegó la pandemia.
Miles de preguntas y miles de ojos apuntando al Revenue. Ya prácticamente nos hemos olvidado de las restricciones de movilidad, las cuarentenas… pero nos seguimos enfrentando a la inseguridad sobre las perspectivas económicas que anuncian una fuerte recesión y un incremento de los costes que hace más vital aún la labor del Revenue.
Estas ideas no son nuevas, pero toman más importancia si cabe hoy en día:
- Mayor necesidad de comunicación entre todos los departamentos: no se puede trabajar en silos independientes. Para muchos, el revenue es la persona que se sienta delante del ordenador, celoso de sus informes y datos. Sal, mira, observa, escucha…. pero, sobre todo, comparte. Nuestros datos son más valiosos y generarán más retorno si todos los departamentos saben dónde enfocarse. Cada vez requerimos más fuentes de información y más accesibles para la toma de decisiones; necesitamos disponer de acceso sencillo a los datos. Las nuevas soluciones tecnológicas facilitan el análisis y control para permitir personalización de toda acción hacia el cliente.
- Seguimiento continuo y proactivo de la evolución de los principales KPI’s: compara con 2019, con el año anterior, con el presupuesto…, pero no te ahogues en los históricos, mira tu HOY y no te quedes estancando. ¿Qué hacemos nosotros? ¿Qué hace la competencia? ¿Qué fechas destacan?
- Estamos rodeados de nuevos conceptos: staycation, slow travel, nómadas digitales… que describen nuevas tendencias de viajes y trabajo. Es momento de crear, innovar y diferenciarnos para destacar.
¡Hay que arriesgarse para triunfar, pero siempre argumentado con datos!
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