Hace unas semanas saltó la noticia: El gobierno de Baleares reformaba su ley turística para regular los alojamientos vacacionales que ofertaban plataformas como Airbnb o Booking. En aquel momento, Booking sí adelantó que pediría número de licencia de alquiler o número DRIAT a todos los alojamientos registrados en su plataforma y que eliminaría a quienes no lo entragaran. Por su parte, Airbnb alegó que no haría nada puesto que alquilar la vivienda habitual de manera ocasional «no genera impacto sobre el stock de vivienda disponible».
Sin embargo, hace unos días, Terraferida presentó un informe donde aseguraba que la oferta ilegal ha caído hasta en un 22,75% desde que el gobierno anunció la reforma legislativa. No hay datos oficiales de Booking, pero algunos medios de la isla aseguran que ya ha empezado a borrar las ofertas de alquileres sin licencia oficial.
Desde Terraferida aseguran que tres días después de la puesta en vigor de la ley se registraron en Airbnb 36.762 plazas menos de las 161.558 registradas en agosto.
Según estos datos, las plazas ofrecidas habrían caído más de un 22% después de la entrada en vigor de la ley (un 25,5% en Mallorca y un 19% en Ibiza y Menorca). En Palma, se ha contabiilzado una reducción de hasta el 54%, con la retirada de 6.191 plazas.
Porcentualmente, donde más plazas para alojamiento turístico han desaparecido es en Palma y Calviá y donde menos en Santanyí, Manacor e Ibiza.
La evolución de los datos
En el pasado año, Terraferida, que busca todos estos datos en la web InsideAirbnb, encontró un total de 78.543 plazas en Mallorca. Pocos meses después, a primeros de 2017, las plazas habían ascendido a 81.901. Los últimos datos obtenidos, en agosto, habían multiplicado la oferta. En Mallorca había registrados 109.196 plazas, en las Pitiusas (Ibiza y Formentera) 37.066 y en Menorca 15.266.
Pero a pesar de la caída, siguen apareciendo datos desorbitados en las islas Baleares. Por ejemplo, en el municipio de Sant Josep de Sa Talala (Ibiza), se ofertan un total de 11.954 plazas (por 25.000 habitantes). Y mientras que en Palma, la plataforma retiró 6.000 camas, en Sant Josep solo eliminó 2000 (17%).
Aun así, las camas disponibles a través de Airbnb en Baleares han descendido con fuerza tras la reforma legislativa. Una ley que otras ciudades como Barcelona está pensando y que un partido como el PSOE ha llevado ya al Congreso de los Diputados.