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El de la Covid-19 parece el cuento de nunca acabar. Hace unas semanas prácticamente nadie ponía en duda que la recuperación era un hecho. El verano funcionó muy bien en nuestro país y los puentes del Pilar, de Todos los Santos y de diciembre fueron todo un éxito para el sector hotelero. Sin embargo, la variante ómicron está aquí y el país se encuentra de nuevo inmerso en una sexta ola del virus. ¿Cuándo acabará esto?
Ya nadie se aventura a dar respuesta a esa pregunta. No cabe duda de que la vacuna ayuda a que las personas contagiadas con esta nueva variante sufran la enfermedad con menos virulencia, pero está claro que nadie está libre de contagiarse con la ómicron.
Por eso, las vacaciones de invierno se empiezan a poner en duda. El Gobierno español ya prevé aprobar medidas restrictivas más potentes para las próximas semanas y el sector comprueba cómo las cancelaciones vuelven a dispararse, sobre todo desde países emisores tan importantes como Reino Unido, puesto que se exige la doble de vacunación a todos los viajeros mayores de 12 años que lleguen desde ese país. Además, exigir el certificado de vacunación antes de entrar a bares y restaurantes podría ser una tónica común en los próximos días.
Ante esta situación, el turoperador jet2.com, uno de los más importantes de Reino Unido, ha cancelado hasta el 10 de enero todas sus operaciones con España que incluyan a niños de 12 a 15 años. Según la CEHAT, el hecho de pedir la vacuna completa a los menores británicos ha hecho descender las reservas procedentes de este país hasta un 60% por semana. Y es que esta medida afecta, especialmente, a las islas Canarias, uno de los destinos preferidos por los británicos para pasar sus vacaciones invernales.
Pero, ¿cómo está actuando el resto de Europa?
Tras meses de libre circulación para personas adultas vacunadas, los gobiernos de la UE empiezan a poner trabas de forma unilateral para la entrada de viajeros en sus territorios; incluso dentro del conocido como Espacio Schengen, esto es, la Europa sin fronteras.
Por ejemplo, Francia ha prohibido los viajes de turistas desde y hacia Reino Unido, uno de los países, como decíamos, más afectaos por la ómicron. Esto ha provocado miles de cancelaciones en un país donde las vacaciones invernales y el esquí también son seña de identidad. Sin contar a los miles de británicos que tienen su segunda residencia en el país galo.
De hecho, la pasada semana se agotaron los billetes Londres-París, pues el cierre de la frontera tuvo lugar este sábado. Aun con todo, las cancelaciones en la zona de los Alpes franceses han sido abrumadoras. Para esa región, las reservas de los británicos equivale al 50-60% de todas las reservas contempladas para Navidad y Año Nuevo.
Desde el Gobierno francés se ha pedido a sus ciudadanos que actúen y «llenen el vacío» que va a dejar la ausencia de turistas británicos. El propio ministro asumió las consecuencias, afirmando saber que el 15% de los ingresos del sector hotelero en regiones de nieve proviene de Reino Unido. «Los franceses deberían reservar ahora por solidaridad», pidió.
PCR, certificados de vacunación y cuarentenas
Los científicos creen que la variante ómicron es más contagiosa que ninguna de las variantes anteriores. Además, como ya ha afirmado la OMT, las personas vacunadas o quienes ya hayan sufrido la COVID-19 no se librarán de ella, ni tampoco de sus consecuencias, si bien serán más leves.
Desde la Comisión Europea, se aconseja solicitar prueba PCR a todo aquel viajero que llegue desde fuera de la UE para poder así proteger el Espacio Schengen abierto. Algunos países como Italia, Portugal o Grecia ya exigen esta prueba antes de traspasar sus fronteras. Es más, estos tres países han anunciado que incluso los viajeros europeos vacunados deberán presentar una PCR negativa para poder cruzar su frontera, sumándose así a Irlanda. Los no vacunados, además del test, deberán guardar cuarentena, señalan desde Italia.
Algo similar ocurre en Suiza, otro destino de esquí, que exige a todos los viajeros, estén vacunados o no, presentar un PCR negativo antes de entrar, además de nuevas pruebas al cuarto y al séptimo día de estar en el país. Por su parte, Austria acaba de salir de un cierre nacional de tres semanas, mientras que otros países como Bélgica o los Países Bajos solo exigen pruebas a los no vacunados. Aun con todo, el presidente holandés ha decidido establecer un nuevo confinamiento de 14 días para poder frenar al virus. Y Reino Unido podría tomar la misma decisión.
Países nórdicos y Alemania
En los países nórdicos, también se están aplicando ya medidas restrictivas: Suecia ha impuesto restricciones a sus vecinos (Noruega y Finlandia), exigiendo certificado de vacunación, PCR negativa o haber superado la enfermedad.
Por su parte, Finlandia obliga a los viajeros de Reino Unido, Noruega y Dinamarca realizarse un test en la propia frontera. Asimismo, todos los viajeros de fuera de la zona Schengen tienen que presentar una PCR negativa antes de abandonar el país.
Por último, Alemania ha cerrado su frontera a los viajeros procedentes de Reino Unido, a no ser que sean residentes en Alemania. Pero Reino Unido no es el único país que ha vetado Alemania: los viajeros procedentes de Francia, Dinamarca, Noruega y Líbano tampoco podrán cruzar su frontera. Todo ello sin olvidar que han decidido cancelar el ITB Berlín, la feria turística más importante del país.
En resumen, Europa se vuelve a cerrar a cal y canto a causa de la variante ómicron. En España todavía no se han aplicado medidas tan restrictivas, aunque los problemas podrían llegar en el momento en que los países emisores impongan restricciones a la movilidad de sus ciudadanos.
Mientras esto no ocurra, parece que el pasaporte COVID, la doble pauta de la vacunación o la PCR negativa será suficiente para que el turismo disfrute de nuestro país este invierno. Por el momento, solo hay un pequeño listado de países considerados de alto riesgo (Sudáfrica, Namibia, Zambia, Zimbabue, entre otros países del sur de África). A los viajeros procedentes de estos destinos se les obliga a presentar una PCR negativa, aunque tengan certificado de vacunación. Además deberán guardar cuarentena de diez días a su llegada.
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