Los Millennials quieren experiencias enriquecedoras más allá de los servicios hoteleros tradicionales. Así lo confirma una nueva investigación de FutureBrand Speck, para la que entrevistó a 250 viajeros para comprender mejor cómo atraer y retener a los huéspedes. Y los resultados fueron muy dispares según las diferentes generaciones.
Los jóvenes están dispuestos a pagar por tecnología y servicios wellness cuando estos están bien integrados en su experiencia hotelera. Los Millennials agradecen más las ofertas fitness y de bienestar durante su estancia que las generaciones mayores. De hecho, las prefieren 1,5 veces más los huéspedes de 40-55 años y 2 veces más que los mayores de 56 años.
Y es que la falta de servicios fitness y wellness les provocan experiencias negativas en los hoteles. Hasta el doble, aseguran, que en las generaciones predecesoras. El precio y la ubicación también afecta al nivel de satisfacción de su estancia.
La tecnología también importa
Más allá de la salud o la ubicación, la tecnología es otro factor que tienen muy en cuenta los Millennials. El 71% asegura que la tecnología mejora su estancia en el hotel. Además, quieren vivir en el hotel las mismas experiencias que la tecnología les permite vivir en su casa. El 67% pide los mismos servicios de video streaming, mientras que el 52% anhela smarts TVs en la habitación de hotel para poder conectarse a sus cuentas de Netflix o HBO.
Sin embargo, los Millennials no ven como muy necesario tener un altavoz inteligente en la habitación. Solo entre un 10 y un 17% lo reclamaron, si bien sí usaban estos asistentes de voz a través del móvil o en su propia casa. «Habrá que esperar un poco a que las personas tengan una idea más completa de lo que pueden conseguir con estos asistentes de voz», añade Jonathan Carpenter, de FutureBrand Sepeck.
En resumen, la mayoría de los Millennials encuestados considera que la integración de la tecnología en la habitación del hotel es una renovación que mejoraría, sin duda, su experiencia en el alojamiento. Aun así, el 61% de los encuestados opina que los hoteles no pueden perder el control de la comodidad, según revela Hospitalitynet.
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