La asociación de trabajadoras de hotel «Las kellys» lleva tiempo haciendo público su inconformismo y pidiendo un cambio en su situación. La «precariedad» en el sector y la carencia de unos «derechos laborales básicos» derivados de «sobreesfuerzos continuos» y de la externalización, que ha dejado a muchas camareras fuera de las plantillas de los hoteles, ha conducido al colectivo a reivindicarse ante el Congreso, el Parlamento Europeo e incluso el cine.
El colectivo Las Kellys Barcelona, junto al grupo CatECP, ha planteado este miércoles crear un sello de trabajo justo y de calidad aplicable a los establecimientos del sector de la hotelería y la restauración. El objetivo de este es que los clientes puedan discernir si se cumplen indicadores sobre derechos laborales. Aparte, la diputada Yolanda López ha anunciado en rueda de prensa el registro de una propuesta de resolución en el Parlament que insta al Govern a poner en marcha el sello.
La representante en Barcelona, Vania Arana, aseguró que mientras el Govern no tome esta medida, pondrán en marcha una campaña de promoción y buenas prácticas laborales en los hoteles. Una campaña que definió como «indefinida, hasta acabar con la cesión ilegal que se está dando en la mayoría de hoteles de Barcelona y de toda Cataluña». Los requisitos principales para cumplir con los parámetros del sello, además de cumplir con el Convenio colectivo interprovincial y llevar «el seguimiento de la salud de las camareras», son estos cinco:
- Que las camareras de piso estén en plantilla
- Que tengan un contrato antiguo de más de tres años
- Que estén bajo el convenio colectivo de hostelería de Cataluña
- Que tengan una carga de trabajo asumible
- Que no sobrepasen aquello que pueda dañarles la salud
El TSJ no considera la externalización un problema
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana ha desestimado el recurso que el pasado mes de abril presentó el sindicato Comisiones Obreras contra el convenio provincial de hostelería, por el que se rigen las condiciones laborales de más de 40.000 trabajadores de la provincia.
CCOO reclamaba la retirada del artículo 20 de dicho convenio, al considerar que la externalización de servicios no es más que una cesión ilegal de trabajadores y que, además, la misma supone «una merma de derechos de la plantilla», dado que estas empresas intermediarias no aplican a sus trabajadores el convenio de hostelería y, por tanto, no se les reconocen los mismos derechos laborales que al resto de empleados del sector. Después de un año, y según denuncia este sindicato y otros colectivos, como Las Kellys, siguen sin cumplirse los derechos recogidos en este convenio.
Los magistrados defienden que el convenio de hostelería «no infringe precepto alguno y por el contrario introduce una mejora parcial que afecta a las condiciones salariales de estos trabajadores». Que «no afecta al ámbito subjetivo del convenio» y que no «discrimina a ningún colectivo» son otras de las justificaciones del Tribunal. Ahora bien, la sentencia del TSJ también se dirige a los empresarios del sector, a los que insta a introducir «una verdadera mejora de las condiciones laborales de los trabajadores pertenecientes a empresas subcontratadas».
Cambios en el gobierno
El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió a estudiar una Ley Kelly que prohíbiese externalizar la principal actividad empresarial, como es la limpieza en los hoteles. Lo planteó tras una reunión en Moncloa con las camareras de piso. Sin embargo, esa promesa quedó en el aire después de los cambios de gobierno.
La nueva ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, es consciente del panorama, y por ello desde el primer momento quiso centrar su atención en los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, haciendo especial mención a las kellys. Las camareras ya se han puesto en contacto con ella, y esperan ser recibidas pronto para tratar el asunto cara a cara.
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