La nueva ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ya ha tomado posesión de su cargo, recogiendo el testigo de hacer frente a algunas de las cuestiones más debatidas y urgentes del marco turístico español. Teniendo en cuenta el liderazgo de Europa como principal destino turístico según los datos del último informe publicado por la Organización Mundial del Turismo, y el peso que tiene el turismo en la economía española, la presión por buscar soluciones en los siguientes campos se cierne sobre el nuevo gobierno.
Las kellys
Para empezar, ha centrado su atención en los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, haciendo especial mención a las kellys, afirmando que en su andadura seguirá «con ellas en la lucha para dignificar las condiciones laborales de estas mujeres». Además, anunció que las trabajadoras de este colectivo ya se habían puesto en contacto con ella y que han acordado una reunión. Las camareras de piso también confían en ser recibidas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tal como hizo el antecesor, Mariano Rajoy.
Mantener la competitividad
Otro colectivo que espera reunirse pronto con la ministra es el de los hoteleros. El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Juan Molas, instó al nuevo Ejecutivo socialista a que cree una «auténtica política de Estado» en torno al sector turístico que permita a España «seguir liderando el ranking de competitividad y mantener la generación de riqueza, la sostenibilidad económica y social y empleo que genera el turismo».
En declaraciones a Europa Press, el presidente de los hoteleros españoles ha mostrado «cierta decepción» por el hecho de que el turismo, «uno de los motores de la economía española», haya sido encuadrado una vez más dentro de un ministerio compartido y que no dependa directamente a través de una secretaria de Estado del presidente del Gobierno o del Ministerio de Economía».
«Si esto no ha sido posible que al menos nombren a un secretario de Estado o a un director general de Turespaña que conozca bien el sector», solicitó Molas, quien requirió además más presupuesto para la promoción de la actividad turística nacional. En este punto consideró imprescindible que, «ahora que las cosas van mejorando», se piense en una renovación de los destinos turísticos obsoletos y con la vista puesta en el medio plazo «a diez o quince años» llevar a cabo una regeneración de gran calado de estos destinos.
Otros de los temas que deberían ser atendidos por el Ejecutivo los próximos meses según la CEHAT son el de los visados turísticos, la política aeroportuaria, la propiedad intelectual, así como medidas fiscales «para poder seguir siendo competitivos».
Aparte, en su opinión, para seguir liderando la actividad turística se hace también necesario invertir en investigación y desarrollo. «Eso exige unas políticas públicas que incentiven y fomenten la innovación y que España pase a ser un líder de prestación de tecnología de inteligencia artificial de gestión de sostenibilidad tanto social, económica como medio ambiental», afirmó Molas.
Alquiler turístico y turismofobia
Otro de los retos a los que se enfrentará Maroto será el alquiler turístico. El negocio de plataformas de la plataforma de casas y apartamentos vacacionales Airbnb ha aumentado, y los hoteleros muestran una creciente preocupación por regular esta situación, puesto que una buena parte de esos negocios no están registrados. Los hoteleros se siguen quejando de la competencia desleal que les supone y culpan al alquiler vacacional de la saturación que se vive en verano y de los brotes de turismofobia. La constante aparición de pintadas contra los turistas y su presencia en lugares como Mallorca pone de manifiesto la necesidad de conseguir un equilibrio entre el impulso del turismo y la calidad de vida de los habitantes.