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José María Ramón, CEO de Neobookings fue uno de los ponentes del congreso de TecnoHotel Forum. Se dirigió al público para profundizar en los CRS. Y lo hizo bajo una premisa previa: «perdemos mucho tiempo y recursos en miles de herramientas que no se comunican entre ellas o que se comunican mal. Todo ello sin contar el tiempo que perdemos haciendo cosas que podría hacer una máquina». Para solucionar este problema ha llegado el Sistema Central de Reservas o CRS.
Hándicaps de la venta directa
Todos sabemos ya que la venta directa es lo más rentable, pero…
- No tenemos programas de fidelización
- Tenemos que ser muy flexibles, pero el cliente no puede modificar su reserva
- Queremos aumentar el revenue, pero no vendemos las instalaciones del hotel (spa, tarjeta regalo…) o no está centralizado.
- No le dedicamos el tiempo necesario
- Exceso de tareas rutinarias o incluso delegamos a otros canales para la reserva
- Falta de inversión en marketing
- Conexiones deficientes entre sistemas
- Falta de control de la distribución
En conclusión, «tenemos que buscar soluciones para salvar estos problemas. Pero, ante todo, hace falta voluntad y ganas para cambiar tu forma de trabajar», señaló José María Ramón.
CRS, el valor de la centralización
- Agilidad en el día a día.
- Control y sincronización total.
- Automatización de procesos.
«Funciona como un cerebro. En la parte de arriba está toda la parte de reservas y distribución y abajo la de conectividades», concreta Ramón.
Por ejemplo, tener el sistema centralizado nos permite tener reglas automatizadas para mandar a los canales de venta o validar las tarjetas que nos llegan desde Booking», explica.
Pero hay más. «Cuántas veces cargáis antes la oferta en Booking que en la web», se pregunta José María Ramón. Pues con un CRS, «cargamos la oferta dentro de nuestro sistema y la enviamos a la vez a las OTAs».
Además, permite tener todas las reservas de atención telefónica en el mismo sistema. «Cuando un cliente llama, hace un esfuerzo que tenemos que compensar. El call center tiene que tener la posibilidad de ofrecerle el mejor precio y poder sobreescribirlo en el sistema en caso de cerrar la reserva», concreta.
Porque, en momentos como este, solo podemos vender más o reducir costes, «y esa reducción de costes pasa por automatizar y que nuestro personal aporte más valor».
Las tarjetas de crédito
Un CRS también permite procesar todas las tarjetas de crédito en automático; esto es, no solo las de la web, sino las de Booking, las de LastMinute… «Puedo procesar cualquier tarjeta que me llegue desde un canal de reserva, incluso con las condiciones de cancelación», añade el CEO de Nebookings. «Y además, lo hago con tokens para no trabajar con los números de las tarjetas y brindar el máximo de seguridad», cuenta.
En definitiva, con un CRS vamos a poder tomar mejores decisiones y analizar los mercados para ver cuál se comporta mejor. «La venta directa es rentable, pero necesitamos invertir para que ese cliente llegue a nuestra web. No es gratis», recuerda José María Ramón.
Además, a nivel de flexibilidad, el CRS se amolda bastante a nuestra forma de trabajar. «Permite modificar la reserva, integrarse con terceros… y sobre todo aporta innovación continua», concluye Ramón.
Y, ante todo, gracias al CRS conseguimos más ingresos, pues nos ayuda a gestionar upgrades y a monetizar todo metro cuadrado posible, al centralizar todos los ingresos, lleguen de donde lleguen.
En definitiva, es el momento del cambio. Porque, ¿qué más puede pasar para no tomar decisiones?