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Los últimos cambios en distintas legislaciones de todo el mundo han convertido la paridad de precios en un tema importante para la industria hotelera.
Aunque se ha hablado mucho de ello, sigue siendo un problema bastante complejo, sobre el que existen muchas diferencias entre un mercado y otro.
Los expertos de Trivago han investigado la paridad de precios en la industria hotelera a escala global para entender en qué punto se encuentra exactamente. Sus conclusiones, que se detallan en este artículo, permiten trazar una panorámica completa desde los orígenes de la paridad de precios hasta su situación jurídica actual en los distintos países.
¿En qué consiste la paridad de precios?
La paridad de precios es un contrato jurídico entre los hoteles y las webs de reserva (OTA) por el que el hotel se compromete a aplicar la misma tarifa y las mismas condiciones para un tipo de habitación concreto, independientemente del canal de distribución. El precio de la habitación puede cambiar cada cierto tiempo, por lo que la tarifa exacta es flexible, pero debe ser siempre idéntica en todos los canales de distribución, tanto directos como indirectos.
Aunque las condiciones específicas de cada contrato de paridad de precios cambian en función del país y de las partes implicadas, se pueden dividir en dos grandes categorías: las cláusulas de paridad amplia y las cláusulas de paridad limitada.
Cláusulas de paridad de precios amplia
La paridad de precios amplia es la forma más restrictiva de contrato de paridad. Con este tipo de cláusulas, el hotel se compromete a no vender las habitaciones a un precio inferior al que ofrece la web de reserva por ese establecimiento. Este tipo de contrato suele abarcar todos los canales de distribución, incluidas las demás webs de reserva y la propia web del hotel.
Cláusulas de paridad de precios limitada
La paridad de precios limitada se creó como respuesta a la intervención de los organismos de control en Europa. Este tipo de cláusulas suelen permitir a los hoteles ofrecer a otras webs de reserva precios inferiores, pero no publicarlas online en la propia web del hotel. En general, las cláusulas de paridad de precios limitada no impiden al hotel ofrecer tarifas directas más bajas, siempre que lo hagan a través de canales indirectos o por otros medios, como las reservas telefónicas o por correo electrónico, o bien mediante programas de fidelización.
¿Cómo surgió la paridad de precios?
Los dueños de franquicias de las cadenas hoteleras empezaron a utilizar contratos de paridad de precios online para evitar que terceros pudieran publicar tarifas inferiores a las que ofrecían las cadenas. Más tarde, cuando comprobaron que los hoteleros tenían precios diferentes por el mismo tipo de habitación, las webs de reserva decidieron introducir la paridad de precios en sus negociaciones con los hoteles.
¿Cómo se han adaptado los hoteleros a la paridad de precios?
Las cláusulas de paridad de precios impiden a los hoteles ofrecer y promocionar tarifas más bajas por Internet, por lo que los hoteleros han empezado a utilizar fórmulas alternativas para atraer reservas directas. Estos métodos, que varían según las condiciones específicas de los contratos del hotel con las webs de reserva, pueden incluir:
- La publicación de las tarifas directas de la web del establecimiento en metabuscadores junto a las tarifas de las webs de reserva. Aunque las tarifas oficiales de la web del hotel correspondan a las anunciadas por las webs de reserva, los viajeros pueden preferir realizar la reserva en la web del hotel. En trivago, por ejemplo, la función avanzada Rate Connect permite ver las tarifas de la web oficial del hotel en un recuadro azul situado en la parte superior de la lista de ofertas del perfil del hotel, con una mayor visibilidad para atraer a los viajeros que prefieren las reservas directas.
- La inclusión de servicios adicionales como Wi-Fi o desayuno gratis para ofrecer una ventaja a los viajeros que realicen reservas directas y anunciar estas ofertas en el perfil del hotel. En estos casos, las tarifas del hotel no son inferiores a las de las webs de reserva, pero el servicio que el establecimiento proporciona al viajero es más completo.
- La promoción de las tarifas privadas a través de programas de fidelización del cliente, campañas directas de e-mail marketing o suscripciones a agencias de viajes. De esta manera, los hoteles fomentan tanto las reservas directas como la fidelización.
- Publicación de tipos de habitaciones exclusivos en la web del hotel, para que las tarifas de esas habitaciones no estén sujetas a los contratos de paridad de precios con las webs de reserva. Los hoteles que utilizan motores de reserva integrados y optimizados tendrán más facilidades para utilizar este método.
¿Cuál es la situación de la paridad de precios?
El panorama actual de la distribución hotelera es un mosaico global creado a partir de las distintas regulaciones de cláusulas de paridad de precios y los comportamientos de las webs de reserva.
En Europa, existen diversas jurisdicciones nacionales (Francia, Austria e Italia) que prohíben completamente cualquier cláusula de paridad a las webs de reserva, y otras dos (Suiza y Bélgica) han anunciado planes concretos para seguir su ejemplo.
En Alemania, las decisiones del organismo de control de competencia solo se aplican a algunas webs de reserva (en concreto, a HRS y Booking.com); las demás webs de reserva pueden seguir utilizando cláusulas de paridad de precios amplia y limitada en el mercado alemán.
En Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea, Booking.com y Expedia han adoptado únicamente cláusulas de paridad de precios limitada, de acuerdo con los organismos de control. En otros mercados importantes, por el contrario, estas webs de reserva siguen utilizando cláusulas de paridad de precios genéricas.
Algunas webs de reserva más pequeñas aplican cláusulas de paridad de precios amplia en todos los mercados, excepto en los países en que están prohibidas.
Por su parte, Estados Unidos y Latinoamérica siguen sin tener regulación concreta sobre este tema, si bien en EEUU se desestimó un caso importante de competencia contra 22 marcas de viajes como Marriott, Expedia o Priceline (Booking), lo que redujo la presión para introducir una regulación en este país.
Puedes leer el artículo completo en el blog de trivago.
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