Accesibility Factor, así se llama la herramienta inteligente que permitirá calcular las deficiencias de un destino determinado para convertirlas en fortalezas. Una evolución que ayudará tanto a los profesionales del sector como al turista discapacitado, que escoge su destino en función del grado de accesibilidad y de la información que encuentra.
Córdoba será la primera ciudad española en la que se aplicará esta herramienta que, basándose en una ponderación matemática de los indicadores que distingue la Organización Mundial del Turismo (OMT) como los necesarios para determinar si un destino turístico es accesible o no, ha sido ideada por la profesora del máster en inteligencia turística de Next IBS, Teresa Pino.
Dinamizador económico
Nada se descubre al decir que la accesibilidad es aún un asunto pendiente en el sector ya que no existe en España ninguna ciudad accesible 100%.
Según el último estudio del Observatorio de Fundación ONCE, el turista con discapacidad es un cliente de calidad, que viaja fuera de la temporada alta, siempre acompañado y que gasta y pernocta más que el turista medio.
Por este motivo, Pino resalta que el sector en su conjunto “debería estar interesado y enfocado” en llevar a cabo una estrategia en términos de turismo accesible por un doble motivo: por facilitar la movilidad de todos los turistas y por dinamizar la economía.
“El problema es que la mayoría de las ciudades no saben qué les falta, ni siquiera saben por dónde han de empezar. No tienen un diagnóstico que les de esas pautas”, aclara Pino. Por estos motivos y, teniendo en cuenta estas deficiencias y la dificultad de las administraciones para solventar esta situación, Pino ha desarrollado Accesibility Factor.
La apuesta de Fitur
Ifema, la organización responsable de Fitur, ha revelado que la accesibilidad en el turismo será una de las premisas sobre las que discurrirá la próxima edición, a celebrar en la feria de Madrid entre el 18 y el 22 de enero de 2017.
Como una declaración de intenciones, Fitur 2017 mostrará la nueva realidad de la accesibilidad en el sector turístico que afecta a un 15% de la población mundial.
La Feria Internacional de Turismo entiende que la accesibilidad universal es una responsabilidad de todos los agentes del turismo así como una oportunidad de negocio para las empresas y los destinos.
Según los organizadores, hay que tener en cuenta que son cerca de 1.200 millones los turistas que cruzan cada año las fronteras de sus países y que en el mundo viven 1.000 millones de personas con discapacidad, según destaca Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas.
Para los responsable del evento turístico más esperado del año, estas personas “siguen encontrando obstáculos de acceso” en sus viajes y desplazamientos, por lo que la accesibilidad “no solo supone un objetivo justo sino también una importante oportunidad de mercado a la hora de diseñar y establecer políticas turísticas y estrategias empresariales sostenibles por parte de los diferentes agentes y operadores turísticos”.
Impulso al turismo sostenible
La sostenibilidad será el otro elemento crucial en la Feria ya que Fitur ha sido designada por la OMT sede de las celebraciones de arranque del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, declarado por la Organización de Naciones Unidas y canalizado a través de la Organización Mundial del Turismo, con sede en Madrid.
En este marco, la Feria potenciará los objetivos que impulsan esta iniciativa difundiendo y poniendo en valor los esfuerzos que el sector está llevando a cabo por desarrollar un nuevo modelo de sostenibilidad turística en el ámbito económico, sociocultural y medioambiental.
De esta forma, el certamen contribuirá a dar respuesta a los grandes retos y desafíos que debe afrontar el sector en el ámbito de la accesibilidad y la sostenibilidad, impulsando y facilitando el flujo de viajeros que, según datos de la Organización Mundial del Turismo, llegarán a 1.800 millones en 2030.
Esta actuación también impulsará el potencial económico y el empleo. Según los últimos datos, el turismo representa el 10% del PIB global y genera uno de cada 11 puestos de trabajo en el mundo, convirtiéndose en fuente de ingresos fundamental en las economías emergentes y en desarrollo.
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