La proliferación de aplicaciones de venta de último minuto y de webs que ofrecen suculentos descuentos ha obligado de algún modo a los hoteles a plantearse la conveniencia de ceder parte de su inventario a un nuevo actor que puede ayudar a llenar habitaciones, especialmente en los momentos de menor ocupación. Sin embargo, cabe plantearse si merece la pena desmerecer la marca del hotel para conseguir un cliente que dejará muy poco dinero y al que será muy complicado fidelizar.
Un estudio realizado por EveryLodge ha estudiado 15.000 ventas realizadas a través de webs como Expedia ASAP, Groupon Getaways, Jetsetter, LivingSocial, Luxury Link, SniqueAway, Spire, Tablet, Travesse, TripAlertz, Vacationist, Voyage Privé o Yuupon.
EveryLodge ha descubierto que el descuento medio realizado en estas webs era nada menos que del 48%. Aunque no se trata de un descuento ahorro real, ya que está basado en las tarifas rack, y es muy sencillo encontrar tarifas más baratas en las diferentes agencias online. Los mayores descuentos, según el informe, los ofrecen Groupon y LivingSocial, alcanzando el 47% y el 53%, respectivamente.
En cualquier caso, recurrir a las ventas flash supone un dilema para los hoteleros, que tienen opiniones divididas sobre la conveniencia de este canal de distribución. Según el estudio, la mayoría de los hoteles que han puesto en marcha una campaña de ventas flash, no ha realizado una segunda campaña. De hecho, ninguna de las grandes cadenas ha participado de este tipo de venta.
Fuente: Tnooz.
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