Con la idea de mejorar las instalaciones y ofrecer una experiencia única, hay que cuidar cada detalle del hotel. En especial ahora que la temporada alta va calentando motores. Así, las terrazas de los alojamientos pueden ser más elegantes que nunca para conquistar a los huéspedes con una tarima de bambú.
Sobre todo ahora que marzo está avanzando a buen ritmo y la llegada del buen tiempo parece cada vez más inminente, es importante tener todo a punto. De ahí que la compañía global Moso haya creado una solución capaz de llevar el clásico diseño en zigzag Chevrón a otro nivel.
Se trata de la tarima Bamboo X-treme, que juega con la forma en uve invertida para transformar la estancia. Es un suelo bello, duradero y sostenible que se convierte en una solución excelente para espacios exteriores, que tan demandados son por los huéspedes una vez comienza a salir el sol con frecuencia.
Durabilidad a prueba de todo
Lo primero que llama la atención de esta tarima de bambú es su aspecto visual. Entre otras cosas, porque sirve para facilitar la conexión visual entre las terrazas y el interior. Esto es posible gracias a que su acabado de fábrica con aceite Woca o Sikkens Cetol permite realzar el aspecto de la madera. También se asemeja al de los salones interiores.
Además, los hoteles no tendrán nada de lo que preocuparse, pues se trata de un producto muy resistente. Sus lamas son duraderas, pues están pensadas para aguantar las inclemencias del tiempo. A su vez, son muy fáciles de mantener, lo que las hace idóneas para los alojamientos, que tienen que hacer frente al volumen constante de viajeros.
Gracias a un complejo proceso de producción Thermo-Density®, están protegidas y se vuelven extremadamente robustas. También son resistentes al fuego, pues alcanzan la clase B europea. Por ello, ni el sol ni la sequía, ni la lluvia, la nieve o las heladas afectan a estas tablas de exterior, para que siempre luzcan bellas como si fuera el primer día.
Sostenibilidad en la tarima de bambú
Ahora que el ecologismo ha entrado de lleno en la conversación, es indispensable que el equipamiento de los hoteles también apueste por el cuidado del medioambiente. En este caso, la tarima natural Moso Bamboo X-treme tiene una baja huella de CO2.
De esta manera, es una gran aliada del planeta. Los arquitectos e interioristas valoran que cumple con los más altos requisitos de sostenibilidad. La huella de carbono oficial según las normas ISO 14040 y 14044 para las lamas de la tarima exterior confirma que son neutras en cuanto a emisiones de CO2.
Garantía de hasta 25 años
Las propiedades del material tienen varios beneficios notables. Además de los que acabamos de repasar, como sus requisitos de sostenibilidad, es muy interesante el elevado período de garantía con el que cuenta. Hasta 25 años a disposición del hotel, que no tendrá que preocuparse durante un cuarto de siglo.
En cuanto a las características del producto, la lama mide 137 mm de ancho, 20 mm de grosor y 566 mm de largo. Cada una viene biselada de fábrica a 45°. Pero lo mejor es que para instalar el patrón en Chevrón a la perfección, la empresa proporciona una herramienta especial de instalación en forma de ángulo de 90º.
Ha sido ajustada con una precisión que garantiza una alineación correcta de las lamas durante la instalación. Encima, gracias al sistema de clips asimétricos, no necesitan atornillarse de forma visible. Así queda una instalación más limpia y bonita, casi imperceptible, que no estropea el aspecto de la terraza.
La directora de marketing de Moso, José de Ruijter-Luken asegura que «de esta manera se ahorra en tiempo y material». Al mismo tiempo, una correcta colocación de la tarima de bambú es la que asegura que pueda resistir las inclemencias del tiempo durante un periodo tan largo.
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