España está por encima de la media mundial en su capacidad de atraer el turismo de larga estancia. Esta es la principal conclusión que se obtiene del «Estudio de posicionamiento de España como destino turístico», elaborado por el Real Instituto Elcano y Turespaña.
El informe se ha desarrollado a través de una encuesta realizada en 33 países o en áreas específicas dentro de algunos de los países más grandes (China y EEUU), con un total de 17.300 entrevistas en Europa, Asia y América del Norte y del Sur.
Además de demostrar el buen posicionamiento de España, el estudio señala que ir de compras es la actividad que más realizan los turistas durante su estancia en el destino. Así lo afirma el 25% de ellos. Los productos de moda son el principal objeto de compra (68%), seguido de los productos gastronómicos (43%).
El turismo de estancia larga es más satisfactorio que el de estancia corta, especialmente cuando incluye no solo sol y playa, sino también actividades culturales. Para los turistas que proceden de países americanos o asiáticos, que practican en mayor medida que los europeos ese tipo de viaje, España destaca ligeramente sobre la media en la satisfacción producida por el viaje (8,8 puntos en la escala 0-10 de valoración, frente a 8,6 para el conjunto de los destinos).
Clima, gastronomía vs. masificación
En el caso europeo, donde el turismo que domina en España es el de sol y playa, la satisfacción es ligeramente menor (8,1 en comparación con 8,3 para el conjunto de los destinos). Entre los europeos, la principal causa de insatisfacción respecto a su experiencia turística en España es la masificación (el 24% de los europeos la cita como motivo de insatisfacción), mientras que el clima y la gastronomía destacan como elementos especialmente positivos de su visita a nuestro país.
El precio es un problema, o causa de insatisfacción, más alta para los mercados americanos y asiáticos, por el alto coste del viaje, pero no es un problema específico de España. Sin embargo, los precios españoles son vistos como muy competitivos, tanto para los mercados europeos como para los lejanos. El 19% de todos los turistas afirma que el precio fue una causa de insatisfacción en su último viaje, pero solo un 13% dice eso mismo si el destino fue España. Por tanto, España tiene una ventaja comparativa en sus precios.
Destino preferido
En los países americanos o asiáticos, nuestro país es el preferido para un próximo viaje a Europa, en el mismo nivel que Italia. En ambos continentes, un 20% de los entrevistados eligen España como su destino preferido para un próximo viaje a Europa.
Por su parte, en los países europeos, Grecia (13%) aparece en cabeza como destino preferido para el próximo viaje, seguido por Italia (12%) y por España (11%). Hay que tener en cuenta que España ha sido visitada en los últimos cuatro años por el 36% de la población europea.
Las expectativas de los turistas respecto a lo que van a encontrar en España son diferentes en función de su país de origen. Para los que proceden de Asia o América, la cultura, el patrimonio histórico y el entorno natural son el principal factor de atracción (mencionado por el 31%), mientras que, para los turistas europeos, las playas y el clima españoles ocupan esa posición (34%).
Puede decirse, por tanto, que el turista lejano, que en comparación con el europeo debe invertir mucho más tiempo y dinero en llegar a España, no hace ese viaje para descansar en la playa (puesto que tiene lugares mucho más cercanos en los que disfrutar del mar y del clima), sino para disfrutar de la cultura, el patrimonio histórico y el entorno natural.
Entre los que no eligen España como su próximo destino de viaje deseado, la gran mayoría viajaría a España como alternativa al país preferido, en concreto el 64% de los europeos y el 75% de los americanos o asiáticos que han elegido otro destino como preferido. Esto implica que España se encuentra en una muy buena posición en su capacidad de atracción turística, ya sea como el principal país preferido o como sustituto a ése.
Impacto de la COVID-19
Como era de esperar, la crisis sanitaria dr la COVID-19 se constata en la encuesta como el principal elemento que frena las visitas turísticas. Por tanto, el futuro a corto plazo del sector en España depende esencialmente de la resolución de esa crisis. Es de esperar que el sector vuelva a recuperar la capacidad de atracción que tenía en 2019, al ritmo de las vacunaciones en los países de origen.
Más allá de ese factor coyuntural, las respuestas de los entrevistados muestran que los turistas desearían encontrar en España una mayor variedad de oferta: destinos menos masificados, más rutas turísticas por entornos naturales diferentes a las playas y más oferta de rutas culturales.
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