La pandemia ha provocado un cambio de paradigma mundial que está afectando a todos los sectores, pero además, durante estos meses hemos visto cómo el turismo, especialmente sensible a los contextos y a los movimientos sociales, ha sufrido una crisis generalizada sin precedentes. Una realidad que ha impactado directamente en modelos de negocio, estructuras hoteleras, procesos de búsqueda de talento y por supuesto en los sistemas educativos.
El valor adicional hoy pasa por métodos de formación personalizados basados en el trasvase de conocimientos y experiencia. Un aprendizaje integral que aporte al alumno las aptitudes necesarias para desenvolverse en ambientes VUCA y construya hábitats colaborativos donde la capacitación técnica se enriquezca con la práctica, alimentando la curiosidad, el sentido de la autocrítica, la reflexión, y el diálogo.
Programa académico ‘connect’
La completa aplicación de la Inteligencia Artificial no solo hará el aprendizaje más efectivo, sino que ayudará a los docentes a realizar sus tareas de una manera mucho más competente. Las soluciones actuales ya permiten replicar espacios prácticos donde se pueden adquirir habilidades profesionales sin asumir riesgos.
En centros como Les Roches llevamos años incorporando estas herramientas, pero este entorno nos ha obligado a trabajar en nuevas fórmulas. Un ejemplo es Connect, un programa académico basado en la experiencia “phygital” que dio comienzo en octubre y que es una alternativa para un pequeño porcentaje de estudiantes con restricciones de movimiento que no puede incorporase a las clases de manera presencial.
Concebida como una solución excepcional, Connect replica los mismos módulos del Título Universitario (BBA) en Dirección Hotelera Global y Empresas Turísticas y los implementa para poder ser abordados virtualmente. Los estudiantes reciben asesoramiento personalizado, vídeos y tutoriales online, e incluso asisten a catas y visitas guiadas a bodegas para descubrir los orígenes de la enología o a sesiones con directivos para conocer los desafíos a los que se enfrentan en su gestión diaria.
Un reto a gran escala que implica a docentes, expertos, e incluso a marcas en un proceso de aprendizaje alternativo, capaz de interactuar y garantizar una enseñanza que no solo forme para la realidad de la industria de hospitality, sino que capacite a los alumnos para ser innovadores activos.
Formación, conexión e interrelación humana
No hay duda; la formación es la llave que determinará la supervivencia y el éxito de los próximos modelos de turismo, pero no debemos olvidar que la formación en hospitality requiere conexión e interrelación humana. Hay valores y cualidades que solo pueden cultivarse en espacios reales. Vivimos y trabajamos en una industria de personas para personas y probablemente el verdadero desafío para nuestro sector educativo esté en encontrar la armonía entre nuestros orígenes y un futuro, cada vez más inmediato, marcado por la IA.
Pero hay más. No será suficiente con la aplicación de nuevas herramientas o nuevos programas mixtos. En un mundo en el que los avances tecnológicos y del conocimiento remodelan continuamente el lugar de trabajo es vital que practiquemos el aprendizaje permanente.
Ya antes de la pandemia, una encuesta de la Universidad de Oxford revelaba que alrededor del 47% del empleo total de Estados Unidos será informatizado durante las dos siguientes décadas, lo que requerirá que muchas personas adquieran nuevas habilidades para seguir siendo empleables.
Una realidad que se suma a la creciente formación digital y a los nuevos sistemas de aprendizaje no reglados. El aprendizaje continuo debe convertirse en un estilo de vida.
Resiliencia, inmediatez y transparencia
Nos encontramos ante una coyuntura de dimensiones poco conocidas, y la resiliencia de las compañías y sus empleados ha tomado un especial protagonismo.
La inmediatez, tener una visión global sobre la situación en todo el mundo, una mente abierta para la resolución de problemas y fijar bien y rápido las prioridades resulta determinante. Explicar de forma transparente la situación, priorizar la información más relevante y gestionar adecuadamente la ansiedad de clientes y empleados son solo algunos ejemplos de buenas prácticas que no siempre se aplican bien.
En nuestro campus de Marbella, por ejemplo, hacemos simulacros que enfrentan a nuestros estudiantes a situaciones de estrés casi desde el primer día. Nuestro objetivo es enseñarles a gestionar la vertiente emocional y a resolver conflictos. Pero además hemos incorporado sesiones de formación diseñadas para acercarles los mejores casos de gestión durante la pandemia.
Es crucial que a medida que la industria se enfrenta a grandes desafíos, ellos también puedan aprender y comprender qué herramientas están implementando los principales expertos del planeta.
Porque cualquiera que sea el camino que las empresas de hospitality decidan seguir hay algo que está claro: los directivos con una buena base de formación y capacitación serán actores clave no solo para implementar las estrategias, sino también para crearlas y mejorarlas.