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El enoturismo está en auge. Si hace unos días, la OMT defendía este tipo de turismo para impulsar el desarrollo sostenible, hoy la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) ha hecho público el noveno Informe sobre la Demanda del Turismo del Vino, realizado a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España.
Este informe, que persigue dibujar el más fiel posible perfil del enoturista en nuestro país y estudiar su evolución, recoge conclusiones referidas a las motivaciones del viaje; la organización del mismo; los destinos elegidos; el origen, edad y perfil profesional y sociodemográfico del visitante; el nivel de satisfacción o el gasto y la estancia media entre otros indicadores.
Los resultados del nuevo informe, que incluye los datos relativos al segundo semestre de 2017 y el primero de 2018, revelan que el perfil del enoturista en nuestro país es similar al que se planteaba en los inmediatamente anteriores, aunque se observan algunos cambios y diferencias. El gasto medio del turista del vino continúa aumentando y se sitúa en 161,9 euros por persona y día (frente a los 156,6 del informe precedente).
Prácticamente todos los aspectos referidos a este capítulo han aumentado: alojamiento, compra de vino, visitas a bodegas y museos. Solo el relativo a la restauración se mantiene en índices similares a los del anterior informe, con una mínima bajada de 0,3 euros. Cabe destacar que este dato del gasto medio es superior al gasto del turista general extranjero (147 euros, según el último informe) y al del turista nacional dentro de España (45,34 euros, según informe 2017 FAMILITUR).
Más pernoctaciones
Aunque el aspecto excursionista sigue siendo muy notable dentro del enoturismo, el nuevo informe revela un aumento significativo en las pernoctaciones en destino. Esta modalidad la eligen el 58,78% de los encuestados, que principalmente viajan en pareja y con amigos o compañero de trabajo. El último informe también resalta el aumento de los viajes en familia (sube un 1,3% en relación a los datos anteriores), tanto con niños como sin ellos. El hecho de viajar en pareja y en familia va asociado, generalmente, con esas pernoctaciones en destino.
Por otro lado, a pesar del aumento del porcentaje de personas que pernoctan en las Rutas, durante el periodo analizado la estancia media ha disminuido ligeramente, pasando de los 2,54 días que arrojaba el anterior informe a los 2,43 días que presenta el actual, lo que deja un margen de mejora en el desarrollo de propuestas y actividades que animen al turista a alargar su estancia.
En cuanto al tipo de alojamiento preferido por los enoturistas, los hoteles de cuatro estrellas siguen siendo la modalidad con más aceptación. Se observa también un aumento en el porcentaje de los alojamientos de turismo rural, que ya son elegidos por el 19% de los viajeros. De hecho, por primera vez, se sitúan en la segunda posición, por delante del la opción de los hoteles de tres estrellas. Este dato indica que cada vez se valoran más aspectos como el contacto con el medio y la cercanía que suelen ofrecer este tipo de alojamientos.
A través de Internet
Algunas otras diferencias respecto a los datos del anterior informe tienen que ver con la forma en que los visitantes de las Rutas del Vino de España organizan el viaje. El nuevo estudio resalta que un 53,5% de los enoturistas han efectuado sus reservas a través de Internet, lo que supone un crecimiento de más de un 2% de este canal.
Además, el porcentaje de personas que reservan algún servicio antes de su viaje también ha aumentado de manera notoria. Ahora, solo un 20,1% llega sin haber reservado nada, cuando en el anterior informe ese dato alcanzaba el 33,6%. Este dato puede ser indicativo de una mejor preparación de la oferta, así como de la facilidad con la que se pueden efectuar reservas a través de nuestros smartphones, mediante aplicaciones móviles y páginas web responsive.
En lo que se refiere a las actividades preferidas de los enoturistas, la visita de bodegas (86,8%) se consolida como la atracción principal, visitando una media de 1,94 bodegas en destino. Le siguen la posibilidad de disfrutar de la gastronomía local (56,8%) y la degustación de vinos (54,4%).
Pero lo que ha experimento un notable ascenso en este nuevo informe son las visitas a los municipios vitivinícolas (del 31,7% al 48,8%), lo que pone de manifiesto el interés creciente de los enoturistas por descubrir el patrimonio de nuestros pueblos, más allá de las bodegas.
Internet también es el principal espacio por el que los enoturistas conocen el producto Rutas del Vino. Las fuentes online han aumentado su importancia, llegando ahora al 35,6%, lo que supone un 2% más.
Turismo atractivo y con gran índice de satisfacción
Los elementos más valorados y que destacan como determinantes a la hora de decantarse por este tipo de turismo son practicar el enoturismo en sí mismo, pero también los motivos de ocio y vacacionales, que continúan en segunda posición. Han llegado al 37,3% dentro de las motivaciones principales de estos viajes.
Esto indica que las Rutas del Vino de España se siguen percibiendo como un producto turístico atractivo a la hora de elegir el destino de vacaciones o de disfrutar del tiempo de ocio, aunque el visitante no cuente con un claro interés por el mundo del vino. Igualmente, las recomendaciones hechas por conocidos o familiares (46,5%) y los vinos (27,5%) siguen siendo determinantes a la hora de decidir visitar un destino vitivinícola.
En este nuevo informe, el 56,1% de los encuestados afirma haber visitado anteriormente alguna otra Ruta del Vino, lo que supone un 3,5% más.
Además, cada vez son más los viajeros que conocen la marca Rutas del Vino de España y lo que representa. Entre las rutas que los enoturistas tienen pensado visitar destacan Ribera del Duero (34,3%), Rías Baixas (30,6%), Rioja Alta (27,5%), Rioja Alavesa (26,5%), Navarra (25,3%) y El Bierzo (24,2%). Les siguen Rueda (20,6%), Txakoli (18,2%) y Somontano (17,0%). Resulta interesante destacar que, un año más, todos los destinos que componen las Rutas del Vino de España han sido señaladas en mayor o menor medida.
El nivel de satisfacción de los enoturistas sigue siendo muy elevado: alcanza los 8,47 puntos sobre 10 (el pasado año se situaba en 8,39). Por eso, el 99,6% recomendarían el viaje. La señalización turística y las carreteras y senderos son los únicos aspectos que cuentan con una valoración por debajo del 8, convirtiéndose en la asignatura pendiente de las empresas y entidades involucradas en el desarrollo del enoturismo.
Más mujeres que hombres
Dentro de los grupos de enoturistas continúan predominando ligeramente las mujeres (55,3%) sobre los hombres (44,7%). Aunque la mayor parte de los encuestados tienen una edad comprendida entre los 46 y los 65 años, el estudio revela que cada vez es mayor el número de personas de entre 36 y 45 años que visitan las Rutas del Vino (38,2%). La franja de edad comprendida entre los 18 y los 25 años también ha experimentado un aumento, pasado del 4,8% al 6,9%.
Entre los enoturistas predominan los aficionados y principiantes en el mundo del vino (68,1%), aunque disminuyen ligeramente su importancia relativa respecto al periodo anterior. Sin embargo, el porcentaje de entusiastas y profesionales aumenta ligeramente (concretamente un 2,4%), y representa actualmente el 25% de la demanda.
Infografía: El perfil del enoturista
Imágenes cedidas: Shutterstock.com