Nordic Choice Hotels se ha planteado un objetivo muy optimista: reducir los costes de distribución y aumentar los ingresos adicionales mediante la utilización de la tecnología blockchain, tal y como adelanta el medio Skift.
La compañía, que es una franquicia de Choice Hotels, colocará una de sus propiedades en una plataforma de distribución de blockchain de código abierto desarrollada por Winding Tree.
Hay mucha expectación por ver cómo evoluciona el blockchain, si bien su potencial de transformación todavía no está probado. Por su propia naturaleza, el blockchain está descentralizado, lo que significa que no hay ningún guardián de la información, algo que tiene claras ventajas para el sistema de distribución.
Cualquier persona puede acceder y verificar cualquier base de datos particular de cualquier usuario que la haya compartido a través de blockchain. Esta tecnología está ampliamente asociada con el bitcoin, la más famosa de las criptomonedas y tiene la capacidad de poder afectar positivamente a sectores como el de la hospitalidad.
Comienza en Estocolmo
La prueba de Nordic Choice Hotels evaluará si la teoría de funcionamiento se puede poner en práctica. Si la apuesta resulta exitosa y obtiene tirón entre posibles usuarios, el blockchain podría aportar un gran cambio en cómo los hoteles registran y venden sus habitaciones. Por el momento, se está probando en el hotel Hobo, de Estocolmo. Si funciona, se extenderá al resto de la cadena.
«Winding Tree es una plataforma abierta. Tendremos ahí nuestro inventario y otros también podrán almacenar el suyo con la misma API de interfaz abierta (interfaz de programación de aplicaciones) y eso brindará posibilidades diferentes para nuevas compañías o nuevos servicios», explica Christian Lundén, director de negocios futuros de Nordic Choice Hotels.
Lundén asegura que podría abrir nuevas oportunidades de ingresos para la compañía y que podría conducir a menores costes de distribución, algo que podría transmitirse a los huéspedes para invitarles a usar esta tecnología.
Los hoteles, como las aerolíneas, dependen actualmente de sistemas de distribución y de otros intermediarios para poder llegar al cliente final. Obviarlos podría ser una gran revolución, siempre y cuando los costes se redujeran; si bien es cierto, el futuro a medio y casi a largo plazo de Priceline, Expedia, Amadeus o Sabre está más que asegurado.
