¿Conoces los parámetros de seguridad de un baño accesible?

Como hotelero, ¿sabes las medidas y otras consideraciones que debe tener un baño accesible en tu hotel? La movilidad reducida y la accesibilidad son consideraciones importantes en la industria hotelera, ya que es necesario garantizar que todos los huéspedes, independientemente de sus necesidades o capacidades, puedan moverse con facilidad y comodidad en el hotel.

Esto incluye personas en silla de ruedas, personas con discapacidad, personas mayores, niños y adultos de estatura corta o alta, personas con sobrepeso y aquellas que necesitan ayuda con las actividades de aseo personal.

Algunas de las medidas que pueden tomarse para garantizar la accesibilidad en un hotel incluyen la instalación de rampas, barras de agarre y dispositivos de apoyo, así como la ubicación de habitaciones adaptadas en plantas bajas o cerca de ascensores. Además, es importante proporcionar información clara y fácilmente accesible sobre las características de accesibilidad del hotel y cualquier servicio de asistencia disponible para los huéspedes con movilidad reducida.

Con el fin de certificar el cumplimiento de las condiciones que garantizan que los aseos y baños, así como  los elementos que los componen, estén perfectamente adaptados para que todas aquellas personas con minusvalías dispongan de las condiciones funcionales y dotaciones necesarias, el Código Técnico de la  Edificación, en su Sección SUA 9, recoge los requerimientos funcionales y de dotación de elementos  accesibles para que fabricantes y constructores tengan una línea de actuación clara y universal. 

El baño, la estancia con más barreras arquitectónicas 

Un espacio de baño accesible garantiza la autonomía, la seguridad, la dignidad, el confort y el ahorro de tiempo, no solo de las personas que sufren este tipo de dificultades, sino también de aquellas que las acompañan. La falta de espacio entre el mobiliario, los equipamientos que dificultan la movilidad, o el no disponer de  seguridad, puede ser un entorpecimiento en su rutina diaria. 

La condición de los equipos y soluciones integrados obliga a cumplir con requisitos de espacio y limita el rango  de alcance de los usuarios, es necesario que los arquitectos y diseñadores suministren espacio adicional para  la utilización adecuada de estos dispositivos.  

Según el equipo técnico de Presto Equip, un espacio de baño accesible debe garantizar la autonomía, la seguridad, la dignidad, el confort y el ahorro de tiempo. 

—¿Qué barreras se encuentran las personas dependientes en su día a día a la hora de utilizar un cuarto  de baño? 

—Fundamentalmente, las barreras arquitectónicas. En cualquier baño que no esté pensado “per se” como baño adaptado, las personas dependientes, que por ejemplo estén obligadas a utilizar una silla de ruedas, directamente no pueden acceder a él. 

—¿Los arquitectos, promotores y empresas de reformas están concienciados con la accesibilidad? 

—En la mayoría de los casos no hay una consciencia integrada. Si esta existiera, los espacios se diseñarían desde su inicio contemplando el uso para todos. Lo que sí existe es una consciencia de accesibilidad que toma en cuenta y cumple con la normativa exigida. 

—¿Qué medidas  y valores existen en la legislación de accesibilidad para cada uno de los elementos que componen el  baño accesible? 

—Entre las características de los baños adaptados, podemos destacar las distancias con las que debe contar la estancia, así como la que hay entre los elementos que la componen. También depende del tipo de instalación si es privada o baño público o para equipar un centro especializado. 

La legislación apunta a que el interior de los baños debe ser suspendido, ergonómico y libre de obstáculos, con un espacio habilitado debajo del lavabo a una altura de entre 70 y 75 centímetros y el borde delantero entre 80 y 85 centímetros por encima del suelo. Estas son las medidas más características y prioritarias para proporcionar el uso a usuarios en silla de ruedas. Además, debe permitir hacer un círculo con un diámetro de 150 centímetros, con una dimensión mínima de 140 x 150 centímetros.

Más allá de estas dimensiones, como principales a tener en cuenta en el proyecto, entraríamos a determinar el resto de los elementos sanitarios y barras de apoyo, donde la normativa también nos guía y se tiene muy en cuenta el perfil de necesidad del usuario. 

—¿Cómo debe ser un baño adaptado según estas normativas? ¿Con qué elementos debe contar? 

—Los elementos que componen un espacio de baño accesible variarán según el grado y necesidad de la persona con problemas de movilidad y en qué tipo de proyecto nos encontremos, si espacio público o privado.

Uno de los elementos principales son las barras de apoyo, así como los asideros y  pasamanos, que deberán estar situados al alcance y la distancia adecuada para que todas las personas con  movilidad reducida, discapacidad, minusvalía o con movilidad reducida cuenten con la accesibilidad necesaria para hacer uso de ellos. 

Será necesaria la instalación de sanitarios adaptados que faciliten el acceso y la seguridad de uso: Lavabos suspendidos, platos de ducha enrasados e inodoros especiales que permitan un fácil uso con seguridad, sobre todo en casos de traslado desde la silla de ruedas. 

La grifería es también un elemento fundamental a tener en cuenta. Dependiendo del tipo de usuario, se aconseja  que toda la grifería sea monomando, y que los espejos y barras de apoyo se sitúen a una altura accesible desde la silla de ruedas convencional. Pero en baños públicos se deberían poner grifos gerontológicos para mejor manejo o incluso grifería especial por activación electrónica o por voz.  

—¿Qué costes suele tener este tipo de baños adaptados? ¿Es su presupuesto similar al de un baño estándar? 

—Actualmente, el coste de un baño adaptado es superior al de uno común, el hecho de emplear un mayor número de equipamientos técnicos para la sujeción, protección y accesibilidad de los usuarios que lo transitan, así como el uso de materiales y diseños especializados, hacen que el presupuesto de estos sea más elevado que los estándar. En muchos casos, la fabricación ha de ser a medida para ofrecer la máxima accesibilidad y seguridad al usuario. 

—¿Consideráis que la domótica puede favorecer y alinearse con las necesidades de las personas con movilidad reducida?  

—Absolutamente. Introducir elementos adaptados que se integren o se oculten en el propio espacio dependiendo de las necesidades del usuario a través de la domótica es un futuro muy próximo. 

Los fabricantes especializados con tecnologías propias innovamos con nuevos sistemas que permiten personalizar cada uso según lo que el usuario necesita e incrementan el confort, no solo como exclusividad en uso, sino en seguridad y autonomía, lo que cobra un especial interés en necesidades para usuarios con  capacidades de todo tipo, desde grifería que se active por voz a los grandes automatismos que integran  todos los componentes del baño. 

—En la  actualidad, ¿se pueden diseñar soluciones accesibles para baño que combinen funcionalidad con diseño?   

—Es muy importante crear un hotel acorde a gustos y necesidades en todas las estancias, incluidos los baños. Por eso, en compañías como Presto Equip podemos aportar al baño diseños y acabados fuera de lo estándar gracias a tecnología de personalización de acabados como LuxCover. Defendemos que un baño accesible y adaptado también puede ser una estancia cálida, con el máximo confort y elegancia, integrando la seguridad en el interiorismo del ambiente de baño. 

En nuestro catálogo destaca la creación de baños seguros de diseño exclusivo y personalizado. La novedosa tecnología HealthCover Antibacteria proporciona además la máxima higiene en grifería y en barras de apoyo. Además, la personalización de los acabados aúna accesibilidad, diseño y confort.