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¿Te has planteado ya cómo afecta la nueva ley de ahorro energético a los hoteles? Esta nueva ley, que recoge el real decreto 14/2022, entró en vigor hace tan solo unas semanas, con la propuesta de hacer más sostenibles los espacios comunes de trabajo y de consumo.
La noticia también ha tenido su impacto en el sector hotelero, donde el consumo de energía habitual tendrá que aplicar algunos cambios para adaptarse a la nueva regulación.
Medidas para el ahorro de energía
Esta propuesta para reducir el consumo de gas se ha lanzado desde la Unión Europea, desde la que piden una disminución del 7% de su gasto habitual.
Ante esto, el Gobierno ya ha puesto en marcha nuevas medidas para promover la eficiencia energética que irán desplegándose progresivamente a lo largo de los próximos meses.
En los diferentes sectores de consumo han surgido algunas polémicas, siendo el control de la temperatura la que ha creado mayor controversia.
La nueva ley pide adaptar la temperatura en espacios interiores: el termostato podrá alcanzar un máximo de 27 grados en verano y de 19 grados en invierno.
Estas medidas contemplan varias excepciones que permiten aplicar estos cambios de manera más flexible, valorando las condiciones del puesto de trabajo.
En el sector de la restauración, del sector industrial y en el trabajo de almacén el Real Decreto permite ajustar el termostato hasta los 25 grados, ya que las circunstancias del puesto exigen una termorregulación más acomodada.
Por otro lado, el control de la temperatura viene acompañado de otras medidas, como mostrar el termostato de manera visible al público, ahorrar en alumbrado y cerrar las puertas de manera automática para mantener la climatización del interior.
Termostato visible al público
Una actuación que el Gobierno refleja como indispensable en esta ruta hacia la sostenibilidad es mostrar de manera visible el termostato, reflejando de cara al público la temperatura del ambiente y las condiciones de humedad.
Apagado de escaparates
Los escaparates son el principal atractivo de los clientes que acceden a espacios de ocio y consumo, por ello esta medida también ha creado un gran revuelo, especialmente en aquellos comercios ubicados en las zonas más turísticas.
Las limitaciones del alumbrado aplican también a edificios públicos, institucionales y administrativos, que deben apagar el alumbrado exterior a partir de las 10 de la noche.
Control de cierre de puertas
Muchos edificios llevan años con un sistema de automatización para su acceso, lo que permite controlar de manera eficiente la temperatura del interior.
Sin embargo, existen espacios tanto públicos como privados donde no existen prácticas para regular la climatización, lo que conlleva un mayor despilfarro económico y ecológico.
Con la aplicación del nuevo plan de ahorro, todos los interiores deberán adecuar un sistema de apertura y cierre de puertas que contribuya al ahorro energético, especialmente aquellos que no se mantengan mediante energía renovable.
El aire acondicionado en los hoteles
Para gran parte de la ciudadanía aún no está claro qué espacios serán los que tendrán que aplicar estos nuevos cambios.
Hasta octubre de 2023, las superficies y ámbitos que tendrán que regirse a la nueva ley son:
- Oficinas institucionales y de la administración
- Lugares de trabajo que no impliquen manipulación manual o esfuerzo físico; es decir, aquellas tareas que se puedan considerar sedentarias.
- Comercios y espacios de consumo.
- Ocio en interiores, como cines o teatros.
- Zonas de tránsito, como estaciones de tren y aeropuertos.
Se acogen a excepción los medios de transporte, los centros de salud y escolares, y los locales expuestos a altas fuentes de calor con limitaciones en la ventilación, como gimnasios y peluquerías.
Por otro lado, los hoteles cuentan con una diferenciación marcada respecto a los ámbitos de regulación y las excepciones que contempla el Real Decreto.
Al tratarse de un espacio de uso privado, las habitaciones de hotel quedan exentas del control de la climatización; sin embargo, zonas de tránsito público como los pasillos o la recepción si deben adecuarse a lo prescrito desde el Gobierno.
El sector hotelero también debe adaptarse respecto al resto de medidas, como el alumbrado de los escaparates del hotel y la visibilidad del termostato de cara a los huéspedes.
La eficiencia energética en el sector hotelero
Desde el sector hotelero estas nuevas medidas para mejorar la sostenibilidad energética de los establecimientos se han acogido con tranquilidad, e incluso con satisfacción.
Muchos gestores de diferentes cadenas hoteleras han explicado que estas medidas pueden suponer un beneficio en diferentes aspectos, ya que se espera que el ahorro de energía acompañe a un ahorro económico.
El sector hotelero lleva tiempo trabajando esta realidad ambiental, y desarrollando estrategias de eficiencia medioambiental que, además, suponen un atractivo para el turismo más exigente.
Muchos hoteles se han mostrado despreocupados respecto a las actuaciones que se incluyen en el Decreto comunicando que, desde su punto de vista, la nueva ley no traerá repercusión negativa dentro del sector hotelero.
El ahorro energético dentro de los hoteles lleva años siendo una prioridad y muchos gestores son pioneros en aplicar medidas que traten de reducir el consumo de gas en un 20%.
El turismo se muestra cada vez más concienciado frente a la situación energética, demandando cambios tanto ecológicos como económicos. Es por esto que el plan de ahorro energético se ha señalado como un atractivo para potenciar el beneficio económico de los alojamientos.
3 estrategias para hacer tu hotel más sostenible
Grandes cadenas hoteleras cuentan con planes propios de sostenibilidad y apuestan por desarrollar iniciativas de eficiencia ecológica que impliquen, cada vez más, a otros sectores de consumo.
Te contamos tres estrategias básicas para allanar el camino hacia la sostenibilidad en aquellos hoteles donde aún no se aplican este tipo de actuaciones.
1. Analizar el control energético del hotel
Un análisis autodiagnóstico es el paso esencial antes de plantear cualquier acción.
Para ello, debe tenerse en cuenta el consumo energético del establecimiento a todos los niveles: además del gasto de gas y agua, también debe valorarse la huella de carbono.
Partiendo de estos datos, podremos medir la adaptación del hotel a los principios de Responsabilidad Social Corporativa que se prescriben para la empresa.
2. Definir puntos de mejora
Con un análisis desarrollado podremos dibujar el plan de ruta, identificando objetivos a seguir y prácticas que nos conducirán a cumplirlos.
Es importante temporalizar de manera realista las acciones que se llevarán a cabo, para que puedan revisarse los avances y medir el alcance de la estrategia.
3. Incluir hábitos de sostenibilidad en la propia cultura de empresa
De poco sirve proponer objetivos sin un equipo que se identifique con ellos. Para crear hábitos más sostenibles dentro del hotel es necesario informar y formar a los empleados, para que conozcan y apoyen la cultura de la empresa en materia medioambiental.
Comunicar el proyecto con los medios, durante el camino y tras su realización, también creará impacto y referencias para impulsar la sostenibilidad en el sector hotelero.