Ante la inminente finalización del Estado de Alarma en todo el país y, por tanto, la llegada de la libertad de movilidad entre comunidades autónomas y también al extranjero en los países que hayan abierto sus fronteras, Ipsos y THR (Asesores Internacionales para la Industria Turística) han realizado un estudio entre 1.000 personas para conocer cómo serán los viajes de los españoles en los meses que quedan de año, más allá del periodo típico vacacional de verano, y definir qué implicaciones tienen esos hallazgos a nivel de marketing para los destinos.
Lo primero que observamos es que se produce un ligero retraso temporal en los viajes, y es que aunque el verano seguirá siendo la época más elegida para disfrutar de estos días fuera de casa, la crisis del COVID-19 ha hecho que septiembre gane adeptos (22%) frente a julio (19%), aunque agosto sigue siendo el rey de la temporada con un 37% de españoles que realizará sus viajes durante este mes. Mientras que octubre se sitúa como el elegido por un 10%, noviembre por un 7% y diciembre por un 6%.
Un 25% de los encuestados ya ha reservado
A fecha de 5-7 junio, momento en que se realizó el estudio, el 25% de españoles ya tenía su reserva para viajar durante los meses de verano (de julio a septiembre), pero un 75% aún no la ha formalizado. La previsión de los impulsores del estudio es que el fin del estado de alarma provoque un gran número de reservas, como lo muestra el hecho de que un 43% declara que piensa hacerlo próximamente. El último trimestre del año muestra aún más oportunidades para los destinos, ya que más del 75% de los que tienen intención de viajar ese periodo no ha formalizado su viaje.
El tipo de viaje también depende del objetivo del mismo, así, si lo que se busca es descansar (la opción del 57%) y se trata de las vacaciones principales del año, los destinos de costa son los más elegidos por un 29% de viajeros, mientras que si es una escapada más breve, un 30% prefiere destinos rurales.
Por su parte, si el objetivo de estas vacaciones más largas es descubrir nuevos lugares (elegido por un 18%), un 16% elige el turismo de ciudad cuando disponen de más días para hacerlo, un porcentaje que sube hasta el 34% cuando se trata de un viaje más corto. Cuando el motivo del desplazamiento es hacer alguna actividad especial, algo que realizará el 21%, el turismo gastronómico es el preferido tanto para unas vacaciones principales (13%) como para una escapada (22%).
Destinos preferidos
Los destinos preferidos este año también sufrirán cambios, atendiendo al turismo doméstico, destaca la desaparición de las Islas en el top 10 dentro de las Comunidades Autonómicas, siendo Andalucía (26%), Cataluña (11%) y Comunidad Valenciana (10%) las primeras en el ranking, seguidas Castilla y León (8%), Galicia (8%) y Asturias (6%). Por provincias, también se encuentran variaciones entre los meses de verano y los de otoño/invierno, siendo Málaga, Cádiz y Asturias las más elegidas para los próximos tres meses, y Málaga, Granada y Barcelona para el último trimestre del año.
“Los datos de este estudio son especialmente relevantes este año ya que ofrecen a los destinos información muy focalizada en la población con mayor propensión viajera (de 18 a 65 años). La no inclusión en el estudio de los mayores de 65 años hace que se eleve el porcentaje de la población viajera, la que interesa a nuestros clientes del ámbito turístico”. afirma Eva Aranda, responsable del estudio para Ipsos.
Cómo fomentar el turismo este año
En un año tan complicado, las estrategias de marketing se vuelven fundamentales para fomentar el turismo y animar a los españoles a viajar. Lo primero que hay que tener claro es a quién dirigirnos, y para los próximos meses, el público más interesante son aquellos que forman parte de la Generación X (1969-1980) y los Millennials (1981-1993), y también hay que tener en cuenta a los últimos de la generación Baby Bommer (1949-1968) de cara a la última parte del año.
Conseguir derribar las barreras que tienen actualmente los usuarios a la hora de desplazarse es fundamental para conseguir la mayor movilidad posible, por eso, antes de viajar debemos reducir su estrés aportándole seguridad y confianza. Esto pasa por mostrar empatía antes las circunstancias (facilidades de cancelación, pago flexible…), dar incentivos a reservas tempranas, ofrecer un trato personalizado, y, por supuesto, aliviar la sensación de inseguridad con información clara y transparente durante todo el proceso previo al viaje.
El huésped: Cuidado y fuera de todo peligro
Una vez que los clientes estén en nuestro destino, es importante hacerle sentir bien cuidados y fuera de todo peligro durante su estancia con medidas que garanticen la protección del cliente en todo momento, así como facilitar el uso de la tecnología siempre que sea posible y adherirse a certificaciones de destino seguro. También es importante este año adaptarse a las necesidades del turista nacional, que será más numeroso y se debe sentir igual de satisfecho.
Por otro lado, se debe hacer hincapié en los beneficios de viajar, sobre todo después de lo que hemos pasado, los usuarios deben retomar el contacto con el turismo para dejar atrás las sensaciones vividas durante los últimos meses, celebrar la vida y volver a activarse. Para conseguirlo es importante transmitir mensajes clave que nos ayuden a llegar a los usuarios, así, debemos enfatizar aspectos como la baja masificación, la llegada de la normalidad a los destinos, la seguridad sanitaria, y que son bienvenidos en todos los destinos.