El sector turístico es uno de los más avanzados en la implantación de las facturas electrónicas, formato obligatorio desde el pasado jueves en las relaciones B2G (Business to Goverment) en la Unión Europea.
En concreto, y según la plataforma baVel, una cadena hotelera internacional puede llegar a procesar entre 3 y 6 millones de facturas al año, mientras que una agencia de viajes llegaría al millón y un banco de camas a los 10 millones.
Tal y como cuenta Europa Press, la digitalización del proceso de facturación podría aportar beneficios a la empresa, como la automatización de procesos manuales, reducción de errores o aumento de la productividad, señalan desde esta plataforma.
Las administraciones están ya obligadas
Desde el pasado jueves, las administraciones públicas de la Unión Europa están obligadas a recibir y procesar facturas electrónicas utilizando un formato común: el estándar europeo de factura electrónica CEN-TC/434, también conocido como EN 16931. No obstante, el plazo de amplía un año para administraciones locales y regionales, dándoles así un periodo de adaptación.
La obligatoriedad general del uso de la e-factura y el impulso del intercambio electrónico de otros documentos son elementos fundamentales en la transformación digital de las relaciones comerciales, y están considerados por la Agencia Digital Europea como un elemento clave en el mercado común.
La UE ya aprobó en 2014 esta directiva sobre facturación electrónica en la contratación pública, en la que se exigía la definición de un estándar común europeo de e-factura tanto en el nivel semántico como en la sintaxis.
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