«La magia de Barcelona y el espíritu icónico de Nobu Hotels te cautivará». Así de convencidos se muestran en Nobu Hotel Barcelona, una de las grandes apuestas de arquitectura y diseño de este año y que ha abierto recientemente sus puertas.
El hotel está gestionado por el grupo catalán Selenta Group, tras llegar a un acuerdo con Nobu Hospitality, la cadena de Robert De Niro y del chef Nobu Matsuhisam. Nobu Hotel Barcelona cuenta con 259 habitaciones impecables, una Nobu Suite de 150 metros cuadrados, un elegante spa, gimnasio, salas de reuniones y eventos cuidadosamente diseñadas, el restaurante de fama mundial Nobu y el bar de tapas de inspiración Japonesa Kozara. Todo ello, con unas vistas panorámicas de la ciudad y con el mar Mediterráneo de fondo.
Resguardado de la parte más bulliciosa de Barcelona, el hotel se encuentra en el fascinante barrio del Eixample, un lugar genuino, perfecto para sentir la autenticidad de la capital catalana. Su localización es única. Está muy cerca de la Plaza España, del recinto ferial de Barcelona FIRA y a pocos pasos de la estación de tren de cercanías y de alta velocidad de Sants.
Su decoración, con materiales naturales y orgánicos, se fusionan con la sutil artesanía japonesa para crear un retiro relajante y urbano capaz de capturar el carácter colorido y vibrante de la ciudad de Barcelona. Como ya contamos hace unas semanas, este hotel se ubica en el antiguo Gran Hotel Torre Catalunya.
El hotel más moderno de Barcelona
Pasión en el servicio, diseño con gusto y lujo sin pretensiones. Los interiores llevados a cabo por la compañía estadounidense Rockwell Group combinan a la perfección el minimalismo japonés con el carácter colorido de Barcelona, creando así una mezcla integrada de lujo y energía.
En el hotel conviven reconocibles diseños de inspiración catalana, como las obras de Gaudí, con artesanía tradicional japonesa Kintsugi. Esta técnica centenaria consiste en reparar las piezas de cerámica rotas y ha acabado convirtiéndose en una filosofía de vida.
Frente a las adversidades y errores, hay que saber recuperarse y sobrellevar las cicatrices, apunta esta filosofía. Rockwell ha creado así collages de diferentes materiales y texturas que ha colocado por todos los rincones del hotel.
Además, todo el mobiliario es de madera maciza, lo que imprime elegancia y sobriedad, pero también mucha calidez. En todas las habitaciones existen detalles que harán viajar al huésped hasta el centro de Japón. De hecho, hasta los albornoces han sido sustituidos por kimonos.
Asimismo, como bien indican en Arquitectura y Diseño, «los cuartos de baño hacen una clara alusión a la estética oriental, partiendo de un estilo minimalista y un depurado trabajo con materiales de tonos neutros».
En definitiva, un hotel que va a dar mucho que hablar en Barcelona. Pero no es el primero que Robert de Niro abre en España. Existen ya otros dos en Marbella e Ibiza.