Antes de la llegada del Covid, la base primordial de toda estrategia de Revenue era el histórico de datos, para prever y crear estrategias con anticipación, sabiendo lo que probablemente iba a suceder.
Sin embargo, llegó la pandemia y con ella la incertidumbre. Por primera vez, no sabíamos qué iba a suceder. Nos trajo, además, tiempo para analizar y sanear nuestra distribución y herramientas. Si no realizamos esta tarea en su momento, ahora es el momento.
Una herramienta imprescindible es un CRS (Sistema Central de Reservas) que centralice en un único sistema todas nuestras reservas. Deberíamos revisar si todos los canales de venta online son rentables, ya que muchos de ellos puede que no lo sean.
No basta solo con que vendan. Debemos tener en cuenta la comisión que se paga, condiciones de pago, cupos o garantías, disparidades, etc. A partir de aquí, recomendamos trabajar solo con los canales necesarios, aunque solo sean 1 o 2. En este punto, calidad frente a cantidad.
Por otro lado, tendríamos que mimar nuestro canal de venta directa, el más rentable y el gran olvidado en muchas ocasiones. Invertir en una página web potente, usable y que convierta. Además de un motor de reservas de última tecnología, para una reserva fácil y clara que ofrezca una excelente experiencia al usuario, que además permita al huésped la modificación completa de su reserva, pagar online de manera segura o realizar un upgrade de su habitación. Sin olvidar la formación al equipo de recepción para dirigir a los posibles clientes hacia el canal directo.
Como conclusión, creemos que el hotelero debe seguir confiando en la tecnología y en el equipo que hay detrás de ella, que escuche sus necesidades y se adapte a ellas. De esta manera, el hotelero podrá mejorar su productividad y rentabilidad. Podrá ahorrar tiempo, y por tanto costes, en tareas rutinarias que a día de hoy se siguen haciendo manual, como la gestión de reserva, cobros, etc.
Creemos que la tendencia debería ser a la centralización y automatización de sistemas. Una integración con el PMS es indispensable en este punto, así como el uso de herramientas de business intelligence que faciliten la toma de decisiones.
Imágenes cedidas: Headway