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Apostar por la sostenibilidad es otra manera de apostar por la rentabilidad en el hotel. De ahí que resulte tan interesante valorar las diferentes soluciones de climatización de las que disponen los alojamientos. En especial, porque tomar una decisión adecuada permite disfrutar de hasta un 59% de ahorro. Al mismo tiempo, se consigue una reducción de las emisiones de CO2 de hasta el 42%.
O, por lo menos, es lo que asegura un reciente estudio de Uponor. La compañía finlandesa especializada en fontanería y sistemas de climatización invisible ha analizado diversas variables que demuestran la importancia de este elemento. Sobre todo porque, aunque tradicionalmente se le había dado más peso a los costes de producción, los de explotación a largo plazo son igual de relevantes. En base a esto, se ha convertido en una herramienta para evaluar los costes iniciales y de explotación de un edificio durante un determinado periodo de tiempo.
Es decir, que inversores y hoteleros conviene que sean conscientes de ello antes de tomar una decisión. Con este objetivo en mente, se han analizado y comparado tres soluciones de calefacción y refrigeración radiantes y un ventiloconvector (FCU) convencional de aire acondicionado. A partir de ahí, las conclusiones indican que conviene apostar por sistemas de calefacción y refrigeración radiantes. Pero primero vayamos por partes.
Diferencias entre sistemas
El estudio examina todos los costes a lo largo del ciclo de vida de los distintos sistemas de climatización para un hotel de 100 habitaciones de Múnich (Alemania). A partir de ahí, han estudiado cada fase de la inversión. Empezando por la inicial, que suele ser un criterio decisivo. En este punto, los costes engloban aquellos de producto y de inversión. Aquí, comparado con los FCU, Contec ON es la solución más económica para un edificio nuevo, con una inversión inicial un 21% menor.
Después los costes de explotación anuales incluyen el mantenimiento, el consumo energético y las reinversiones en equipamiento que se debe renovar dentro del periodo contemplado. Así, utilizar sistemas eficientes de calefacción y refrigeración radiantes, permite reducir el consumo de energía. Sobre todo en refrigeración, cuya demanda suele ser mayor que la de calefacción en las habitaciones de los hoteles. En este punto se observa que los gastos generados por FCU son hasta tres veces mayores debido a los gastos de mantenimiento y en piezas de repuesto.
Hay que tener en cuenta que se asume que los costes de mantenimiento representan un 5,5% de la inversión en sistemas de refrigeración tradicionales (por aire) como los FCU. Son más complejos, requieren comprobaciones de refrigerante e incluyen piezas que sufren desgaste como filtros de aire, ventiladores y rodamientos que se deben cambiar con frecuencia. Por su parte, los costes de mantenimiento de los sistemas radiantes por agua suponen un 2,5% de la inversión.
Por otro lado, es importante tener presente cómo funcionan ambos sistemas. Los de refrigeración y calefacción en los que la energía se transmite mediante un circuito de agua accionado por una bomba. Los FCU calientan o enfrían el espacio con aire calefactado o refrigerado con un ventilador. Como la capacidad térmica del aire es inferior a la del agua, estas últimas soluciones de climatización precisan más energía para hacer el mismo trabajo.
Coste total de las soluciones climatización
Si nos vamos al cálculo del coste total, hay que valorar dos perspectivas de un mismo enfoque. Primero la de los costes, que incluye aquellos de inversión, funcionamiento y mantenimiento, así como el desarrollo de valor de la inversión del sistema en cuestión. Esto refleja los gastos en que se incurre con el sistema de calefacción y refrigeración de un hotel y su funcionamiento durante un periodo de tiempo específico.
En el caso del ejemplo del estudio, el análisis muestra una clara ventaja económica con los sistemas radiantes de Uponor, hasta un 48 % inferior que el de los FCU convencionales después de 15 años de funcionamiento. Al final, los ventiloconvectores suponen un coste total más alto debido a su reducida vida útil, su complejidad mecánica y los altos costes de explotación.
La segunda perspectiva incluye el desarrollo global de valor de estos sistemas durante el tiempo de funcionamiento analizado, incluyendo el valor residual de la inversión. En este caso, el estudio del coste total de los distintos sistemas refleja claramente la ventaja económica de los sistemas de calefacción y refrigeración radiantes. Sobre todo, porque el coste total es un 59% menor tras 15 años de funcionamiento. Algunos motivos por los que el coste total de los FCU es tan alto es porque resulta necesario reinvertir a los 13 años, porque consumen más energía y por sus altos costes de mantenimiento.
El ahorro de una buena decisión
En base a lo estudiado, parece evidente que las soluciones climatización radiantes ayudan a disminuir el coste total en los edificios significativamente. Sobre todo, en comparación con los diseños HVAC tradicionales que usan FCU. Eso resulta especialmente interesante porque a día de hoy los ventiloconvectores son el sistema de climatización más habitual en hoteles. Por tanto, parece importante que los alojamientos tengan en cuenta estos resultados de cara a tomar futuras decisiones,
Además, entre los inconvenientes de los FCU está también el ruido y las incómodas corrientes de aire que producen y que pueden resultar molestos para los huéspedes. Mientras tanto, el análisis demuestra que sus sistemas radiantes de Uponor ofrecen mayor satisfacción para los clientes. A su vez, tienen unos costes de funcionamiento y mantenimiento más reducidos, con un coste total hasta un 59% más bajo. Mientras, proporcionan un ahorro en la inversión y en los costes de explotación de hasta el 48%.
Por todo esto, es importante optar por soluciones de calefacción y refrigeración por techo radiante debido a su rentabilidad. A pesar de que la inversión en la fase de construcción sea mayor, permiten un ahorro durante la fase de explotación que compensa esta diferencia. Como resultado, aumenta el flujo de efectivo neto durante todo el ciclo de vida del hotel. Al mismo tiempo, suponen una apuesta por la sostenibilidad, ya que contribuyen a la protección del medioambiente gracias a su eficiencia energética.
Imágenes cedidas: Kevin Woblick en Unsplash, Uponor
