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Con la llegada de la primera temporada alta del sector turístico post-Covid, hoteles, restaurantes y atracciones turísticas se preparan para atraer al público. Para conseguirlo, deben tener en cuenta que, a raíz de la pandemia, las demandas clave de los turistas han cambiado. Lo que buscan y lo que valoran durante un viaje ya no es lo mismo que antes de la pandemia. De ahí que la supervivencia de la industria pase por entender sus nuevos requisitos y aprender a adaptarse a ellos.
Como consecuencia de lo vivido en estos últimos años, han surgido diferentes necesidades. Así, hoy en día se valoran más que nunca las experiencias digitalizadas que faciliten y mejoren la experiencia. Al mismo tiempo, se presta más atención a la desinfección de los espacios y a la sensación de seguridad. E, incluso, se priorizan más las actividades al aire libre sin masificar. Definitivamente, no hemos vuelto a ser los mismos desde 2020 y esto se nota también en el turismo.
Innovación y optimismo en el sector viajes
Pese a la enorme crisis que se ha desatado y a todos los cambios producidos, según los datos del INE, en 2021 la ocupación hotelera alcanzó los 172,2 millones de pernoctaciones. Con un 86,7% más que el año anterior, esto indica que el sector está al alza. También, que cada vez tiene que trabajar más en la línea de la innovación para impactar en los usuarios, que se han vuelto más exigentes en sus demandas.
Es decir, que las empresas del sector turístico están obligadas a buscar fórmulas que permitan al mercado ser más sostenible e inclusivo. De este modo, la apuesta por renovar el modelo de negocio es la mejor estrategia para hacer frente a la situación actual. Esa es la razón por la cual Meliá Hotels Internacional y The Valley se han unido para impulsar los viajes hacia un futuro marcado por la recuperación.
A través de la participación de la marca hotelera en el proyecto final de los estudiantes del Máster en Marketing Digital, ponen el foco en el plan de marketing con propuestas innovadoras. Con ello, buscan analizar las demandas clave de los turistas. En base a ello, pretenden llegar a aquellos usuarios que exigen un replanteamiento de la industria hacia una vertiente más sostenible, digital y flexible.
Para Ramiro Sueiro, director del programa The Valley, el acuerdo supone «dar un salto cualitativo al poder trabajar con clientes reales de la talla de Meliá«. Por su parte, Javier Sánchez Ruiz, Head of Global Own Marketing Channels en Meliá Hotels International, ha sido «una experiencia muy enriquecedora que ha aportado valor, tanto a la formación de los alumnos como a la propia empresa».
Las principales demandas de los viajeros
Partiendo de este punto, los expertos de The Valley han definido cuáles son las claves en las que se deben enfocar desde los departamentos de marketing de estas compañías para adaptarse a las nuevas necesidades de los turistas:
1. Un turismo más slow
El turismo más cercano y sostenible es la opción por la que se decantan muchas personas en los últimos años. Ocurre, sobre todo, tras ver el impacto que generan los viajes masificados en ciertas regiones del mundo. Esta es una de las tendencias más seguidas debido al interés creciente del huésped por el cuidado del medioambiente.
Por eso, muchas empresas se están centrando en ofrecer este tipo de experiencias a los turistas que buscan descanso en entornos rurales y ecológicos. Se trata de disfrutar con calma de cada pequeña cosa. También, de conocer la gastronomía y las costumbres de lugares menos masificados. De este modo, priman las experiencias repletas de autenticidad.
2. Una digitalización que facilita los procesos
La digitalización del sector ha sido indispensable para su reactivación. Por eso, seguirá siendo importante en el futuro. En especial, ahora que los viajeros la demandan más y que se han visto los beneficios para la empresa. La inversión en tecnología realizada por los hoteles sirven para garantizar el correcto funcionamiento del alojamiento, de una manera cómoda y sencilla.
Al mismo tiempo, estos procesos digitales también han sido empleados para conocer mejor a los usuarios. De este modo, se pueden ofrecer experiencias más personalizadas. A su vez, las herramientas tecnológicas funcionan en sentido inverso, pues los viajeros también conocen mejor los servicios que le ofrecen. Así se genera un mayor contacto entre ambas partes pese a la distancia, lo que favorece a la experiencia del cliente y la fidelización del mismo.
3. Una flexibilidad que ha llegado para quedarse
La incertidumbre generada por el Covid ha obligado a replantearse las características de la reserva. La gente necesita seguridad antes de viajar, pues sin esta confianza, es posible que no realicen la compra en primer lugar. Y es que, si algo nos ha enseñado la pandemia es que en cualquier momento se pueden desmontar los planes que tenías previstos.
Por eso, ya nadie se plantea organizar sus vacaciones sin opción a devolución o cambio de fechas, pues esta es una de las demandas clave de los turistas. Es por esta razón que las empresas tienen que saber adaptarse. Es necesario ofrecer los servicios adecuados para que, en caso de improviso, no haya inconvenientes para disfrutar de las vacaciones en otro momento.
4. Un viajero que se mueve todo el año
Otra de las tendencias seguidas durante estos años es la elección de viajar fuera de temporada. Este detalle viene favorecido por la implantación del teletrabajo en muchas empresas, que a su vez ha desencadenado en el auge del bleisure. Gracias a ello, se está empezando a combatir la temida estacionalidad hotelera.
De esta manera, el turismo queda más repartido durante los doce meses del año. Al mismo tiempo, ahora se prefiere hacer varios viajes pequeños en un año repartidos en lugar de uno más largo en verano. Como consecuencia, se diversifica el sector viajes y se evitan las masificaciones.
5. Un turista más influencer que viajero
Cada día son más los turistas que buscan imitar aquellas experiencias que encuentran en redes sociales. El peso de la influencia de las recomendaciones por esta vía se ha vuelto esencial e incluso entre las demandas clave de los turistas, se encuentra ser activo online. Por ello, los hoteles deben desarrollar y poner en marcha acciones de influencer marketing, pues en los próximos años tendrán una importancia vital para el sector turístico.
Tener presencia en redes sociales más allá de la cuenta corporativa se ha vuelto completamente imprescindible. Es una gran manera de atraer nuevos consumidores, mientras que al mismo tiempo ofrece posibilidad de interacción con los usuarios. Al mismo tiempo, es un nuevo canal de reserva directa. Y resulta igualmente interesante que cualquier persona pueda compartir sus vacaciones con sus seguidores, ya que es una gran forma de captar y fidelizar clientes.
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