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El periodo de inflación que estamos viviendo se ha convertido en un problema para muchas empresas. Entre ellas, para aquellas pertenecientes al sector viajes. Al menos, desde algunas cadenas hoteleras se han quejado de la situación que viven los alojamientos. Muchos de ellos no han podido generar tantos ingresos como antes de la pandemia debido al encarecimiento de los costes.
Por este motivo, el reciente estudio al respecto realizado por la consultora global Simon-Kucher & Partners pretende arrojar algo de luz sobre el asunto. Ya de entrada confirma que un tercio de las compañías (32%) espera que los costes aumenten más del 6% en el próximo año. Como resultado del fuerte aumento en los costes laborales y de producción, consideran que este escenario será inevitable. Así, con la inflación en niveles no vistos en décadas en muchos mercados, se enfrentan a una erosión significativa de los márgenes.
Posible impacto en los precios
De esta manera podemos saber también que la mayoría de las compañías encuestadas (58%) reconoce la importancia de los aumentos de precios para contrarrestar el aumento de los costes. Eso sí, dudan respecto al enfoque adecuado que deben adoptar. Además, la pérdida excesiva de volumen debido a los aumentos de precios es una preocupación clave. Al menos, para siete de cada diez encuestados.
A pesar de lo comentado, el mismo estudio asegura que una de cada tres empresas (30%) no ha aumentado ni planea incrementar sus precios como respuesta al aumento de los costes y las tasas de inflación. Los datos son interesantes especialmente porque se obtienen tras haber entrevistado a más de 3.000 empresas en 20 países.
Tampoco hay que perder de vista que estas presiones en los precios tendrán implicaciones en los consumidores finales y los mercados bursátiles. En el caso del turismo, un aumento del precio de las habitaciones podría implicar que ciertos viajeros opten por no desplazarse o por hacerlo menos tiempo. Como consecuencia, el alojamiento acabaría teniendo menos ingresos en un momento de costes más elevados.
A este respecto, Ignacio Gómez, Managing Partner de Simon-Kucher en Iberia, comenta que «la falta de una gestión eficaz de precios supone una amenaza real para las compañías y sus accionistas». «Este nuevo entorno inflacionario supone un nuevo reto. La realidad es que, si no se actúa, un aumento de costes superior a la actualización de precios erosionará los márgenes», ha explicado. Por eso, afirma que de seguir así «se pondrá en riesgo la viabilidad de la compañía».
Impacto generalizado del aumento de precios
El estudio también revela que aproximadamente la mitad de las empresas (52%) tienen planeado un aumento de precios o un aumento adicional de precios. Sin embargo, no está claro si serán efectivos en términos de combatir el aumento de los costes. Cuando se les preguntó cuántos de los aumentos de costes esperados se sienten capaces de transmitir en forma de aumentos de precios, estiman en promedio solo el 30%.
Hay que ser conscientes de que un aumento de costes del 6% representa un 4,2% adicional de los costes, lo cual impacta negativamente sobre el beneficio de las empresas. «La inflación de bienes industriales está siendo todavía superior a la que estamos viendo en el consumo. Esto implica que todavía muchas empresas tienen que repercutir sus costes en los precios. Cuando lo hagan, los consumidores sentirán un impacto inflacionario adicional importante», agrega Ignacio Gómez.
Actuar frente a las tasas de inflación actuales
En el caso de las empresas que están aumentando los precios, una de cada cuatro (26%) los está llevando a cabo de manera uniforme en su base de clientes. Es decir, sin diferenciación por disposición a pagar o rentabilidad. Desde el estudio consideran que esta falta de priorización representa otra oportunidad perdida para maximizar el resultado en la ejecución de sus programas de aumento de precios.
«Los aumentos de precios son un tema muy delicado, especialmente para las empresas con relaciones históricas con sus clientes. Muchos de los equipos directivos actuales no habrán vivido anteriormente una inflación a estos niveles, lo que significa que las empresas necesitan recuperar rápidamente la experiencia en la gestión de precios y el poder de negociación que ha permanecido inactivo en los últimos años», explica Ignacio Gómez.
Por ello, considera que «en este momento, una estrategia de precios y comunicación bien pensada es fundamentalmente importante para sobrevivir a la competencia». Un detalle muy interesante en el caso de los alojamientos, que tienen que descubrir cómo comunicar sus decisiones a los clientes, para no perder su fidelización. Por último, es interesante que solo la mitad de las compañías aceptarán pérdidas del volumen como consecuencia de las subidas de precios.
En España, las empresas también están realizando subidas de precios. Pero, comparado con otros países, hay un número mayor de compañías que apuestan por el incremento del volumen a través de campañas de marketing y ventas. «Esto puede dar lugar a una posible guerra de precios si el contexto inflacionista genera una contracción de la demanda». Ignacio Gómez asegura que «este es un escenario para el que deberían irse preparando».
Imágenes cedidas: Markus Spiske en Unsplash, Ibrahim Boran en Unsplash, rupixen.com en Unsplash
