Frente a un viajero que cada vez más busca la experiencia, los alojamientos deben resultar sorprendentes. Por eso, Art Seven Hostel es un hotel cápsula en el centro de Madrid que apuesta por un futurismo inspirado en películas clásicas de ciencia ficción. Con esto y unos precios asequibles para pasar la noche, confía en atraer a los turistas que llegan a la capital.
En realidad, no se trata del primer alojamiento de este tipo en la ciudad. La inspiración oriental ya se pudo apreciar hace un año con la llegada de Oxygen, cuyo funcionamiento es bastante similar. Además, se trataba del segundo establecimiento de esta clase en España, siendo el primero el Optimi Rooms de Bilbao. Desde entonces, los cubículos han aparecido también en Barcelona, Málaga, Tenerife o Zaragoza.
Aunque es pronto para hablar de un boom, sí parece que hay un interés por los diseños ideados por el arquitecto Kisho Kurokawa. Desde Japón, este modelo de negocio que comenzó en la década de los 70 ha dado el salto y se ha extendido por todo el mundo debido a su llamativo diseño. Del mismo modo, su funcionamiento resulta interesante para ciertos perfiles de turistas, en especial aquellos más jóvenes.
El modelo de Art Seven Hostel
En el caso del nuevo establecimiento madrileño, está situado en el centro. Concretamente en la calle Conde de Romanones 7, junto a la Plaza de Tirso de Molina. En ese punto, los viajeros pueden elegir cómo quieren dormir. Las alternativas con cápsulas individuales a 30€ la noche o cubículos dobles a 50€ la estancia.
Para quien esté preocupado por sus pertenencias, debe saber que cada turista cuenta con una taquilla personal en la que dejar sus pertenencias. Además, tendrá una llave electrónica con la que acceder tanto a este espacio como a su cápsula. De este modo, se asegura la privacidad. También se persiguen la higiene y el descanso. Por eso, comer en el habitáculo está prohibido, así como acceder a él con zapatos o hablar en voz alta en el pasillo.
Esta es otra razón por la cual el check-in está prohibido más allá de las 23h. Además, existen varias zonas comunes. Por un lado, los baños compartidos, que están divididos por género y cuentan con el equipamiento habitual: servicios, duchas y secador de pelo. Por otro lado, un café bar con servicio de desayuno y espacio para estar en compañía.
Dormir en módulos temáticos
Las cápsulas se encuentran dentro de bloques modulares de dos pisos. Todas están equipadas con colchones, almohadas y edredones españoles, aunque los módulos provienen de China. En total, hay 36 individuales y 20 dobles. No hay que perder de vista, eso sí, que las más grandes tienen un ancho de un metro con 43 centímetros. Por tanto, no parecen opciones adecuadas para claustrofóbicos.
Dentro de cada «habitación» se pueden regular ciertos parámetros. Por ejemplo, la temperatura y la iluminación led. A su vez, cuentan con conexión a internet, para que los turistas puedan emplear sus dispositivos móviles sin problema. Para una mayor seguridad, también tienen detectores de humo.
En su apuesta por la diferenciación, los módulos están repartidos en 6 habitaciones temáticas, inspiradas en el cine clásico de ciencia ficción. De este modo, Alien, Matrix, Avatar o Star Wars tienen presencia en los cuartos. Pero, además, el diseño de las zonas comunes de este hotel cápsula de Madrid es a su vez temático, para que la experiencia sea completa.
Imágenes cedidas: Art Seven Hostel
