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A pesar de que sigamos todavía en invierno, el buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Eso quiere decir que las vacaciones estivales ya se están planeando. Con el futuro cada vez más cerca, los grupos hoteleros familiares han asegurado que confían en la recuperación de su segmento para este 2022.
Sabina Fluxá, vicepresidenta y CEO de Grupo Iberostar, y Verónica García, directora general del Grupo Orfila, hicieron esta afirmación durante la jornada organizada por las Asociaciones Territoriales de la Empresa Familiar en Madrid. Ha sido la primera dentro del ciclo La Empresa Familiar Comparte, patrocinada por Credit Suisse y en cuya organización ha colaborado la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM).
En ella, se analizó el porvenir del sector turístico español en general, del cual opinan que se ha alcanzado ya un punto de inflexión en el sector turístico. «Hay más confianza, no estamos en una situación de cerrar hoteles, y nuestra previsión es que a partir de Semana Santa nos encontremos en una situación mejor», ha asegurado Fluxá.
Una recuperación hotelera a distinto ritmo
Por lo comentado en el evento, la recuperación se está produciendo en este momento a distintas velocidades. Es normal, ya que depende de los destinos y de los mercados emisores. A pesar de todo, la CEO de Grupo Iberostar asegura que «tenemos patrones de demanda y reservas superiores a 2019«, como demuestran las reservas cada día.
Los datos encajan con lo percibido desde hace unas semanas. El optimismo es cada vez más evidente. Además, Sabina Fluxá ha destacado la importancia del aprendizaje extraído durante la pandemia. Así, entre las lecciones extraídas durante los cuatros meses que los hoteles de su cadena permanecieron cerrados, ha destacado la importancia de gestionar la tesorería y de cuidar la relación con el personal.
También es imprescindible tener una gestión más ágil, que ayuda a las empresas a adaptarse en todo momento. Esto, por supuesto, es necesario en una situación en la que la incertidumbre está a la orden del día y los clientes demandan, más que nunca, flexibilidad.
Verónica García ha reivindicado este concepto, que se ha convertido en una exigencia clave. «Cuando las medidas se relajan y la percepción acerca de la seguridad mejora, se dispara la demanda y puedes encontrarte con el hotel lleno en una semana, lo que nos exige un esfuerzo de gestión», ha explicado al respecto.
No perder de vista la gestión
En cuanto a otros factores que los grupos hoteleros familiares deben tener en cuenta, hay que prestar especial atención a la gestión de los ingresos. Para García, la flexibilidad tiene que ir de la mano de unos costes estables, que no deben aumentar ni disminuir la calidad del servicio.
«Tenemos muy claro que no queremos perder calidad, y hemos protegido al máximo los precios, pues pensamos que esta situación va a pasar», ha confesado por su parte Fluxá. Ha explicado que, «tras la pandemia, el canal de ventas propio ha duplicado su actividad, lo que ha exigido al grupo invertir más en él, y las previsiones es que continúe creciendo».
«Los intermediarios seguirán aportando valor en determinados mercados emisores y destinos menos maduros, en los que la conectividad no está tan desarrollada», es lo que prevé la CEO de Grupo Iberostar.
Tecnología a favor de la sostenibilidad
Como se viene afirmando desde hace meses, la pandemia ha acelerado la necesidad de digitalizar los procesos. Al mismo tiempo, ha aumentado el interés de los huéspedes por un turismo sostenible, que sea beneficioso para el medioambiente. Para Sabina Fluxá, ambos elementos deben ir de la mano porque la tecnología permite alcanzar mayores cotas de eficiencia en la gestión.
«Ahora podemos conocer mejor los perfiles de los clientes con el fin de personalizar las ofertas», de acuerdo a Verónica García. Mientras, Fluxá afirma que gracias a las nuevas tecnologías pueden medir lo que hacen. Así, se han propuesto que sus hoteles estén libres de residuos en 2025.
A su vez, en México el 100 por 100 del pescado y marisco que sirven proviene de fuentes responsables, y han impulsado las proteínas vegetales en su oferta gastronómica. En el Grupo Iberostar también están trabajando ahora mismo para dotar de valores la gastronomía y sus programas de entretenimiento. Con esto, pretenden adaptarse a los cambios que la mayor conciencia ambiental de la sociedad está impulsando.
«Esta experiencia pasa por los productos que empleamos en los propios hoteles y se extiende al ámbito de la cultura, la gastronomía o el shopping», ha añadido Verónica García. Ella asegura que los destinos urbanos han sufrido más que los de playa por la percepción de la seguridad del viajero y la caída del turismo de negocios.
Por eso, desde el Grupo Orfila seguirán primando la calidad para proporcionar una experiencia única de Madrid al viajero. Con todos estos cambios que están viendo, lo que parece claro es que los grupos hoteleros familiares ya ves que la recuperación está cada día más cerca, por lo que habrá que confiar en lo que traiga el buen tiempo.
Imágenes cedidas: Asociaciones Territoriales de la Empresa Familiar en Madrid, Roberto Nickson en Unsplash
