Hace unos días, la Comisión Europea estableció un plan de desescalada en el que pedía a las empresas turísticas que ofrecieran un bono a los viajeros cuando se vieran obligados a cancelar sus viajes.
Obviamente, la CE lo aconsejaba, pues si el viajero quiere la devolución, nadie podrán negarse. Sin embargo, esta estrategia ha calado en el sector, pues es un factor clave para sobrevivir en una situación tan compleja. No canceles, pospón. Las campañas en este sentido se han multiplicado en las últimas semanas. Pero, ¿cómo están reaccionando los viajeros?
Según una encuesta de reclamador.es, la respuesta está siendo dispar. Al parecer, numerosas compañías aéreas están alargando los plazos a la hora de reembolsar el dinero de los billetes cancelados a causa del COVID-19, lo que está molestando a los viajeros. La mayoría de las aerolíneas intenta convencer a los viajeros de que no cancelen, y que acepten un bono para disfrutar del vuelo durante todo 2021. Aun así, la decisión final siempre debe ser del viajero.
El 42% podría optar por el bono
Ante este hecho, la plataforma legal online ha preguntado a más de 3.000 viajeros entre el 30 de abril y el 14 de mayo. Y el dato es que el 58% de ellos prefiere el reembolso, mientras que el 42% restante se pensaría la opción del bono, si bien sin descartar la opción del reembolso. De ese 42%, solo un 3% aceptaría el bono sin considerar otras opciones.
Según Almudena Velázquez, codirectora legal de la compañía, los pasajeros «no quieren que la aerolínea decida por ellos. El bono es una buena opción, pero nunca se les puede obligar a aceptarlo», señala. Y es que, no cabe duda de que, a la hora de contratar un viaje concurren muchos factores y circunstancias que no siempre coinciden como para poder repetir la experiencia en un plazo corto de tiempo.
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