Marriott apuesta por las habitaciones prefabricadas. Tal y como lo leen. La mayor hotelera del mundo está planificando levantar el hotel modular más alto del mundo en el barrio NoMad de Manhattan. Sus 168 habitaciones se ensamblarán en una fábrica de Polonia, cruzarán el Atlántico y se transportarán en camión y por la noche hasta el corazón de Nueva York, momento en que las calles de la ciudad pueden acoger este tipo de grandes cargas.
Se espera que el AC Hotel de 26 pisos se levante en 90 días y abra el próximo año. Marriott quiere que este edificio sirva como modelo para constructores, prestamistas y fabricantes.
«Nuestro objetivo es dar un giro a la industria», afirma a Bloomberg y Skift Eric Jacobs, director de desarrollo de Marriott en América del Norte. «El precio y el tiempo de la construcción es algo que importa mucho a propietarios y constructores», añade y asegura que cuanto más rápido se levante un edificio así, «mejor será para todos».
Grandes cadenas como Marriott están empezando a ver esta construcción modular como la mejor solución para abrir hoteles de forma rápida y barata. El método ahorra tiempo porque los constructores pueden estar trabajando en el edificio mientras las habitaciones se construyen en una fábrica, matiza Jacobs.
No es nueva, pero sí inusual
La construcción modular no es nueva en el sector hotelero, pero sí lo suficientemente inusual para que constructores e inversores se fijen en ella. Aun así, existen problemas. Como señala a Skift Sanat Patel, managing partner de Avana Capital, que ha invertido 65 millones de dólares en la construcción de este AC, «la financiación puede ser difícil de conseguir para este tipo de proyectos porque se requiere un gasto inicial más elevado que en un edificio tradicional».
Además, hay pocas empresas que se puedan dedicar a construir habitaciones prefabricadas. A día de hoy, el negocio de estas compañías está en los hospitales, las casas o los apartamentos para estudiantes. Aun así, la falta de mano de obra en el sector de la construcción, lo que alargaba excesivamente la construcción de edificios, ha despertado el atractivo de estas construcciones modulares.
De hecho, Jacobs es muy optimista, tanto que considera que el 25% de todos los hoteles de su cartera, que además de AC incluye marcas como Courtyard by Marriott o Faifield Inn & Suites en Norteamérica, se levantarán con construcción modular.
Y también hay beneficio para los huéspedes. Normalmente, en un hotel tradicional, las habitaciones comparten tabiques, pero en los diseños modulares requieren, normalmente, que existan huecos entre una habitación y otra. Por tanto, ganan mucho en tranquilidad e insonorización.
Imágenes cedidas: Marriott
