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Millennials: experiencias antes que habitaciones y aventura antes que lujo

Marco Rosso, director regional en España para SiteMinder
Desde julio de 2018, Marco Rosso forma parte de SiteMinder como director regional de ventas en España. Formado en la prestigiosa Ecole Hôtelière de Lausanne, Rosso llega para ofrecer toda su experiencia a las múltiples necesidades de sus clientes.

La elección de un hotel u otro depende, cada vez más, de la capacidad que tenga ese hotel de crear una experiencia única, diferente, que sea tan especial que el propio viajero anteponga esa experiencia a la popularidad, lo céntrico que pueda estar o el precio de la habitación.
Se trata del servicio que ofrece el personal a los viajeros, del diseño de su edificio y de las obras de arte y decoraciones que se encuentran en toda su propiedad, de los albornoces, las lámparas y las alfombras que adornan el espacio. Se trata de ofrecer valor y algo especial para crear un sentido de lealtad inalterable por parte de los huéspedes ya que hoy en día buscan algo diferente y atractivo que los hoteles más céntricos y más conocidos no suelen ofrecer.
No nos engañemos. Por muy maravillosos que sean los anuncios de Halcón Viajes o de Viajes El Corte Inglés de hoteles resorts con todo incluido, en los que el huésped no tiene que ocuparse de nada salvo de disfrutar de las piscinas de cincuenta metros, las doscientas tumbonas y las playas kilométricas alrededor, hoy vivimos en una época de infinitas opciones y digitalización.
Esta época nos abre las puertas de destinos y alojamientos que antes eran inimaginables y eso ha cambiado radicalmente la forma de viajar. Las nuevas generaciones de viajeros anhelan algo que les haga sentir vivos y especiales. Por eso exigen opciones y también por eso demandan personalización.

La experiencia de dormir

Lo que la era de internet, las redes sociales y el tradicional boca a boca provoca en los jóvenes, o por lo menos esa es la impresión que tengo últimamente, es ganas de más. De más aventura, de más experiencias y de más movimiento.
No suelo oír muy a menudo a un veinteañero decir que se va dos semanas a tirarse en una tumbona de Varadero, en Cuba, algo que antes era de lo más normal teniendo en cuenta que era el destino por excelencia de algunos estudiantes españoles al acabar la carrera.
Hoy lo que triunfa es lo diferente, ya sean las caminatas por la selva, habitaciones de hotel llenas de aparatos electrónicos que prácticamente hacen de todo, lagunas desconocidas en mitad de un paisaje casi desértico, piscinas que cambian de temperatura con una aplicación móvil o una decoración rústica y acogedora. Ese tipo de cosas que, al fin y al cabo, forman parte de la personalización de todo el viaje, son las que hacen que hoy un hotel tenga o no éxito.

Las tendencias de viajes están cambiando

¿Por qué? Muy sencillo: si ofreces lo que los clientes buscan, al final acaban comprándolo. Hago esta pequeña reflexión porque estos días he visto cómo muchos de los países más populares hoy son los que menos lo eran hace algunos años. Las tendencias de viajes están cambiado y ya no solo vale competir con el hotel de al lado, sino con el país que está a mil kilómetros del nuestro.
Este verano ya nos dimos cuenta de que el turismo empezaba a, digámoslo de forma que suene un poco mejor, no subir tanto debido a que países como Túnez, Turquía o Egipto atraen cada vez a más viajeros de todo el mundo por sus playas, sus precios y las ofertas que ofrecen los hoteles. Aquí es donde los ‘boutique’ juegan un papel clave.
Los hoteles independientes estilo boutique están ahora en auge ya que son el destino perfecto para pasar unas vacaciones tranquilas alejados del barullo del día a día. Además, es mucho más sencillo personalizar la estancia si tienes veinte habitaciones que si tienes doscientas.
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Funcional y minimalista no son lo mismo

Y, evidentemente, este tipo de alojamientos cada vez tiene más éxito también entre los viajeros de negocios que prefieren dormir en un hotel céntrico pero decorado con más estilo, con cuidado y pensando en cada uno de los huéspedes que se quedan allí.
El hecho de que un hotel sea pequeño y cuente con una decoración más rústica o más hogareña no significa que no pueda, asimismo, cumplir con todas las necesidades requeridas por un viajero de negocios como son el Wifi, la televisión, la radio, una mesa para trabajar, un teléfono en el dormitorio, etc.
La funcionalidad ya no justifica el minimalismo y lo estándar en las habitaciones de un hotel. Hemos visto en estos últimos años como un alojamiento puede ser agradable y acogedor y al mismo tiempo práctico y adaptado a cualquier huésped, ya sea una familia, una pareja joven, un hombre o mujer que viaja por trabajo o un trotamundos.
Las posibilidades son infinitas y los hoteles tienen que aprovechar cada oportunidad que se les presente de ser diferentes y de estar en la cima para no quedarse atrás. La experiencia es lo que más se valora.
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Imágenes cedidas: Shutterstock.com

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Desde julio de 2018, Marco Rosso forma parte de SiteMinder como director regional de ventas en España. Formado en la prestigiosa Ecole Hôtelière de Lausanne, Rosso llega para ofrecer toda su experiencia a las múltiples necesidades de sus clientes.

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