La tecnología ha marcado una época increíble en el diseño hotelero. Abre nuevos caminos, expande los ya existentes y todo para que el cliente esté lo más cómodo posible. La innovación ha cambiado lo que un huésped valora en la habitación de un hotel. Pero también lo que el hotelero necesita para que la gestión sea lo más eficazmente posible.
Hemos llegado al punto que, hasta la localización de los codiciados cargadores USB impactan en la forma en que se planifica y utiliza una habitación de hotel. Y a medida que miramos hacia el futuro, encontramos más avances. Nos permitirán ampliar aún más los límites del hotel convencional y crear espacios donde impulsar la creatividad en el diseño hotelero.
Estos nuevos desarrollos darán un control del espacio casi total al huésped, a la vez que ofrecerá oportunidades al hotelero para controlar el ambiente de la forma más completa y rentable.
Belinda O’Kelly da una serie de claves en un artículo publicado en Hospitality Technology. Augura que la identidad de la habitación podrá seguir al huésped por todo el hotel. Es decir, con la tecnología existente, los hoteles pueden conocer los hábitos de los huéspedes e incluso anticiparse a sus movimientos y decisiones. Esto permite a los hoteles servir mejor a los huéspedes y crear experiencias más cuidadas.
El papel de la tecnología RFID
Una de las tendencias del sector es el uso de la tecnología RFID para mantener la conexión total con el cliente. Además de para controlar el robo de textiles en los hoteles, la tecnología RFID tiene muchas más utilidades. La identificación por radiofrecuencia (RFID) es un sistema que transmite de manera remota la identidad de un objeto o una persona a través de ondas de radio. Uno de los primeros hoteles del mundo en usar esta tecnología fue el Ushuaïa Beach Hotel, hace ya unos cuantos años.
Asimismo, muchos hoteles cuentan ya con un modelo de cerradura RFID. Tanto la llave como el software se comunican en tiempo real con el hotel para informar sobre entradas y salidas del huésped, su localización dentro del hotel… Y actualiza automáticamente cualquier cambio: check-in, chek-out, apertura remota de puertas…
Pero hay más, ahora este sistema RFID permite a los huéspedes alquilar una bicicleta, avisar al hotel dónde se encuentra para que puedan servirle un cóctel en cualquier parte del hotel o utilizar cajones de seguridad en recepción para, por ejemplo, guardar un portátil sin necesidad de volver a la habitación. Este tipo de funcionalidades gustan mucho a los millennials, más aptos a utilizar las comodidades de las zonas comunes.
Análisis de datos para anticiparse al huésped
Los hoteles podrán utilizar los datos que recogen estos dispositivos para conocer mejor a sus huéspedes por ubicación, demografía y hábitos. Por ejemplo, el hotel sabrá si a un cliente le gusta comer un croissant recién hecho a las 7.45 horas de la mañana porque así lo ha hecho en varios de los hoteles de la marca en otras ocasiones. El hotel podrá, por tanto, anticiparse.
En el mundo del diseño esto abre un amplio abanico de posibilidades, sobre todo en cuanto a muebles y equipamiento inteligente. Pero ya no solo para las habitaciones, sino también para las zonas comunes del hotel. Quizá esto sea consecuencia de ver habitaciones más pequeñas y eficientes en el futuro.
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