Cuando en 2009 llegó Wimdu al mercado, muchos creyeron que las horas de Airbnb estaban contadas. Sin embargo, el referente europeo para el alquiler vacacional desiste y anuncia su cierre para finales año.
La plataforma, con sede en Alemania, llegó a ser el clon más rentable de Airbnb, con 400 empleados en su mejor época. Pero no ha aguantado más, a pesar de haber recaudado más de 90 millones en fondos, principalmente de Rocket Internet y AB Kinnevik. Esta semana ha echado a unos 50 trabajadores en Berlín y dejará a otros 60 en la calle de su sede de Lisboa antes de fin de año.
Aseguran todas las reservas hasta final de año
A principios de 2017, Novasol, un comercializador de alojamientos vacacionales con sede en Dinamarca y propiedad de la unidad vacacional europea de Wyndham Worldwide, asumió la propiedad de la empresa. En este tiempo, ha intentado obtener rentabilidad de Wimdu, despidiendo a 25 empleados y reorganizando su estrategia de marketing online.
A principios de 2018, Wyndham vendió su negocio europeo de alquiler vacacional a Platinum Equity por 1.300 millones de dólares, dejando a Airbnb en la estacada. Pero al final, han decidido soltar lastre con Wimdu.
«Todos los huéspedes y anfitriones que tengan reservas para 2018, con fecha de check-in para antes del 31 de diciembre, tendrán un trato profesional y seguro. Todos los huéspedes con reservas en 2019, con fecha de check-in posterior a 31 de diciembre de 2018, serán contactados de forma individual para tratar sus respectivas reservas», añaden desde la plataforma.
HomeToGo se posiciona al frente del sector
La noticia refuerza la posición de HomeToGo, metabuscador con sede en Berlín. Si bien su desempeño no es el de OTA (como Wimdu), esta compañía se posiciona como la más grande, mejor financiada, rentable y de mayor crecimiento en Europa en el sector del alquiler vacacional.
Imágenes cedidas: Wimdu
