Las zonas costeras de España tienen en la franja mediterránea a su gran rival turístico este verano. Concretamente, según un informe de Viajes Carrefour, Egipto y Turquía –como también indicaba un estudio de Mabrian Technologies, en colaboración con Interface Tourism Spain– se han convertido en dos grandes puntos de atracción para los viajeros de nuestro país. A ellos se suman, aunque con una demanda menor, Túnez y Marruecos.
La competitividad de los precios que ofrecen estos destinos les ha aupado a las primeras posiciones del ranking de los turistas españoles, considerado la zona del mediterráneo muy atractiva para sus vacaciones. Además, según el mismo informe, la creciente estabilidad política en estas zonas también es una razón de peso en esta decisión.
Para aquellos viajeros que no optan por estos cuatro países, las zonas de costa siguen siendo la elección primordial en un 70% de los casos. Así, las Islas Canarias o Baleares, junto con el Caribe, congregan gran parte de los viajes. Respecto a los amantes de las grandes urbes, Nueva York continúa como destino por excelencia, aunque las principales ciudades europeas también despiertan entusiasmo entre los aventureros. Aquí, los circuitos por el Viejo Continente también han sumado adeptos.
La personalización gana enteros
Invertir en vacaciones se ha puesto de moda. La búsqueda del descanso y la desconexión han provocado que la inversión en viajes sea cada vez mayor. En este sentido, hay un factor que juega un papel fundamental, la personalización. En los dos últimos años el importe medio por reserva ha aumentado en un 15% para los viajes familiares. Esto se debe a que escogemos hoteles de mayor categoría y confort e incluimos en la reserva servicios adicionales tales como excursiones, entradas a espectáculos o tratamientos de salud y belleza en destino.
Asimismo, este informe también arroja otro dato diferencial. Y es que en España es cada vez más frecuente la reserva de las vacaciones con antelación. Con ello se busca optar a una mayor variedad de destinos, anteponiéndose a la subida de precios, y, por supuesto, al ahorro.
